Por el motivo anterior, la ventilación y el aire acondicionado se convierten en herramientas fundamentales para permitir la conducción de esas microgotículas hacia el suelo y así reducir las probabilidades de contagio.
En entrevista con Obras, el ingeniero Darío Ibargüengoitia, experto en el tema y director y fundador de la firma de consultoría Ambiente Regenerativo Integral (Arei), consideró que, en el actual contexto, México tiene en puerta un gran tema sobre el que debe trabajar: la calidad del aire interior.
Esto tiene como base el poder generar una buena ventilación. “La mayoría de los edificios actuales son cajas cerrada y tienen un sistema mecánico de ventilación. El planteamiento ahora es abrir lo máximo posible la ventilación, tomar aire exterior para introducirlo y así reducir contaminantes”, precisó.
El otro punto fundamental es recircular el aire en el interior y contar con una buena distribución, pero es necesario aumentar el nivel de filtración en los aires acondicionados. Los filtros en los equipos deben ser, al menos, de eficiencia Merv 13 (valor de informe de eficiencia mínimo), de acuerdo con Ibargüengoitia.
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Estas consideraciones se recomiendan, sobre todo, para oficinas, centros comerciales, teatros y auditorios. El consultor piensa que es buen momento para aprovechar que la condición térmica del país no es tan desfavorable, pues el calor fuerte en algunas zonas ya pasó, lo que hace posible introducir aire del exterior.
Pero el punto es cómo garantizar que los inmuebles cumplirán con esta condición. Recientemente el Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación (ONNCCE) realizó un Anteproyecto de la norma C-577, que establece los parámetros, valores, documentación y metodologías para evaluar la calidad del ambiente interior esperada de una edificación. La directora de esa entidad, Evangelina Hirata, explicó a Obras que ese documento “tiene el el fin de procurar el confort y la salud de los ocupantes”.
La norma buscaría certificar a proyectos de nuevos inmuebles y proyectos de remodelación, rehabilitación o ampliación de un edificio existente. Agrupa requisitos para el ambiente térmico, la calidad del aire y la ventilación, además de la humedad, la iluminación y el ruido, pero todavía deberá someterse a consulta pública.
Hirata comentó que en lo relacionado a la calidad del aire interior y la ventilación el anteproyecto de la norma mexicana ha tomado en cuenta “el control de fuentes contaminantes, la idoneidad de las tasas de ventilación para reducir la concentración de sustancias nocivas y bio efluentes, y en su caso la idoneidad de los sistemas de limpieza y filtración del aire”.