Sanitizar y ventilar, una nueva conjugación
Una vez que se pueda regresar a las oficinas, la primera exigencia por parte de los usuarios será la garantía de bienestar y la salud de los empleados, lo que significa minimizar al máximo el riesgo de contagio.
Aunque por ahora los dueños de oficinas o inquilinos no están en condiciones de realizar un gasto en la reconfiguración del diseño de sus espacios o el cambio de mobiliario, sí deben adaptar medidas básicas. Por ejemplo, en las mesas de trabajo donde estás cara a cara con un compañero, una tendencia que estaba en auge, Fuertes opinó que será necesario desplegar micas para reducir las probabilidades de contagios.
Aunque la tendencia que existía era eliminar o tener muy pocos privados, se espera que la demanda por parte de los inquilinos ahora sea incrementar el número de estos, “quizá de 10 o 12 m2, pero privados”.
Asegurar que se sigan los protocolos generales como el uso de tapabocas, gel desinfectante, guantes, mascarillas, en áreas comunes o estaciones de trabajo también deberá ser fundamental.
La ventilación tampoco deberá pasar por alto. Se corre más peligro de contagio en espacios cerrados y las oficinas lo son, “por eso la importancia del aire acondicionado en óptimas condiciones y no como vehículo de contagio, además de contar con ventanas que permitan la circulación del aire”, recordó Lorena Fuertes.
6 habilidades indispensables en los líderes postpandemia
Hay algunas empresas que ya se alistan para el regreso. Por ejemplo, en un documento de protocolo de la empresa Cemex, disponible en su página web, y que asegura estar basado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, de consultores externos y en la experiencia de la propia empresa, destacan consideraciones como: la desinfección de los espacios antes del volver a la empresa, una limpieza “profunda y completa”, la ventilación de las oficinas y la preparación del lanzamiento de la campaña de comunicación.
También se considera un retorno gradual, iniciando con el 50 % del personal, y posteriormente la incorporación del 10 % semanal, fase que se estima dure entre 6 y 8 semanas. Así como mantener puertas abiertas, la limpieza de elevadores, pasamanos, superficies, continuar con las medidas de distanciamiento físico, además del uso de mascarillas en espacios públicos o al interactuar, entre otros temas.
Aunque Lorena Fuertes estimó que una vez con la vacuna se regresará a la fortaleza de las tendencias en el diseño de oficinas que promueven el encuentro con otros, hay firmas de arquitectura que han echado a volar su imaginación con diseños que consideran la necesidad de aislamiento de los ocupantes.
Woods Bagot proyectó algunos modelos de oficinas. Uno de ellos concibe estos espacios más como un club al que sólo se va ocasionalmente para reunirse. En otro, los escritorios cuentan con mamparas. Y un tercero, llamado Nodos de la comunidad, implica el traslado de los empleados a un centro o célula de trabajo cercana a su domicilio.
Sobre esta última modalidad, Newmark Knight Frank consideró la descentralización de los corporativos hacia donde está ubicado el personal como “el nuevo normal en el mundo de oficinas”. Esa es la razón por la que consideran que los espacios de coworking “serán los más utilizados en estos momentos”.
Giovanni D’Agostino opinó que el workplace será la parte que más se apoyará para el retorno a los espacios corporativos. Los proveedores de este tipo de servicios van a subsistir y se van a reinventar, por lo que tendrán que tomar nuevas medidas para que vayan los empleados cierto número de horas.
WeWork, el coworking con mayor presencia en el país, ya ha dado a conocer algunas estrategias de distanciamiento profesional, limpieza y señalización conductual.