El mercado sombra
En cuanto al mercado informal, entendido como aquel donde se da el alquiler al margen de las instituciones y de contratos de arrendamiento formal, RETNA estima que abarca la mayor parte de la oferta, y un indicador es que 70% de los arrendamientos corresponde a propietarios con menos de 10 unidades. Además calcula que la vivienda en renta institucional representa apenas 10 % de los arrendamientos totales.
Ricardo Amack admitió que el “mercado sombra” (informal), es bastante fuerte, pero el alquiler de vivienda formal ofrece beneficios mucho más preciados. En primer lugar menciona el profesionalismo con el que se realiza esta actividad. Puso como ejemplo uno de los temas inmediatos: “Los protocolos que hemos desplegado para enfrentar la pandemia, dan seguridad a nuestros clientes”.
También destacó los beneficios en términos de diseño, eficiencia, densidad y calidad de operación. Explicó que al ser un modelo de negocio distinto, se busca rendimiento de flujo que perdura a través de los años para quien opera el activo. No ocurre como en la vivienda en venta, que una vez que se ha colocado, el compromiso se acabó. “Buscamos crecer, bajar los costos operativos, incrementar el flujo”.
Del lado del residente, refirió la oferta de experiencia “totalmente diferente”, pues hay un equipo profesional que oferta las unidades, que muestra la diversidad de tipos de productos en un proceso eficiente. Y del lado del diseño, ofrecen las mejores tendencias en amenidades: gimnasios, albercas, áreas comunes.
A su vez, Rodrigo Suárez mencionó que al estar administrados de manera más formal, los operadores de proyectos de vivienda en renta se encargan del mantenimiento de áreas comunes, de cualquier desperfecto, incluso hay una empresa formal que hace las reparaciones. En el mercado informal eso no ocurre, a veces ni siquiera el propietario ni siquiera vive en México.
Incluso, la vivienda en renta es el mejor productos para la ciudad porque muchos de los incentivos para realizar los proyectos se alinean con los objetivos de la ciudad, como los principios sustentables, y puesto que los operadores “somos los propietarios y quienes pagamos mes a mes gastos de luz y agua, nos conviene mucho hacer reinversiones para reducir el consumo de todo esto, lo que no ocurre con un condominio informal”.
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Ante la falta de pago
Ante la eventualidad de falta de pago por parte de los inquilinos en el actual contexto de pandemia, tanto Suarez como Amack comentaron que priva la negociación para llegar a acuerdos con los inquilinos antes que entrar a procesos legales.
Ricardo Amack admitió que sí han tenido casos de falta de pago, pero “la mayoría ha podido pagar a tiempo”, y en las situaciones donde no es así, han negociado esquemas de pago para ayudar al residente. Si llega un punto donde ya no se puede negociar un esquema de pago, “negociamos un cambio de propiedad”.
El representante de Greystar dijo que son pocos los casos de falta de renta, puesto que previo a un contrato realizan un proceso de investigación inicial para verificar que el residente tenga capacidad de pago, otra de las ventajas de la formalidad.
Ahora “ya sabemos que las cosas pueden cambiar de un día a otro”, pero aun así se privilegia la negociación, dijo En México, la firma no ha tenido aún ningún caso por falta de pago que haya terminado en un proceso legal.
La institucionalidad del mercado de vivienda de alquiler está creciendo, de eso no hay duda, comentó Ricardo Amack, desde que Greystar llegó a México han entrado otros proyectos grandes que se han dedicado a este tipo de producto al cien por ciento, pero “queda mucho por hacer en la Ciudad de México por el tamaño de mercado”, y sí hemos visto capital internacional institucional entrando al mercado.