En el país actualmente existen poco más de 5 millones de viviendas arrendadas, lo que representa tan solo el 15% de la vivienda en México, “esta cifra significa un incremento de 1.6% con respecto al año 2000, donde se tenían 4 millones de viviendas alquiladas”, apunta la iniciativa para adicionar temas de arrendamiento del diputado federal Raúl Eduardo Bonifaz Moedano.
La administradora de fondos especializada en vivienda de alquiler RETNA observa que en la Ciudad de México 22 % de los hogares pagan una renta, un porcentaje muy bajo comparado con otras ciudades. Por ejemplo, en Bogotá ese porcentaje es del 40%, en Nueva York es de 48% y en Londres representa la mitad de la vivienda ocupada.
Para Gresytar entre los mercados más fuertes para este producto se hallan Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, por el número de población que concentran. Ricardo Amack explicó que las perspectivas para este negocio son alentadoras pues el potencial de demanda es muy alto.
La firma de consultoría inmobiliaria Softec calculó a principios de 2020 que el país demandará un neto de 19 millones de viviendas nuevas, pues actualmente 75% de su población (130 millones de personas) tiene menos de 40 años. Tan sólo en la Ciudad de México se calcula una demanda anual de por lo menos 700,000 unidades.
“La Ciudad de México es una de las oportunidades más fuertes por el tamaño de mercado y las pocas unidades de vivienda en renta que existen”, dijo el representante de Greystar en México.
Explicó que mientras Houston, una ciudad de 6 millones de habitantes, tiene en promedio 500,000 unidades de vivienda en renta, la Ciudad de México, con una población de 23 millones de personas, tiene menos de 2,000, por lo que “es un mercado atractivo para inversionistas y desarrolladores”.
En el caso de Monterrey, observó que existe una oportunidad interesante al estar “muy cercana a la economía de Estados Unidos, lo que les permite diferenciar muy bien entre una vivienda institucional y un mercado sombra (informal)”. Mientras que Guadalajara, es la sede de uno de los activos de Greystar.
Para Rodrigo Suárez, cofundador de Hasta Capital, firma dedicada a la vivienda en renta, una de las ventajas de su negocio es que la vivienda es una necesidad de primer nivel, por esa razón “como inversión siempre es más estable”.
El desarrollador y operador estimó que ahora “es el gran momento en que la industria puede despegar” porque la situación está haciendo aflorar la necesidad de vivienda, y muestra que “la vivienda es el mejor producto inmobiliario”.
Para Suárez, en los próximos años, este tipo de producto “será el activo más atractivo que pueda haber, comparado con oficinas, comercio y hasta con el sector inmobiliario industrial”, pues el empuje de este último mercado, por ejemplo, es económico y si la economía se frena, también la demanda de productos industriales.
En cambio, “la demanda de vivienda en renta no está tan atada a trances económicos, sino a impulsos demográficos, a pirámides poblacionales y la generación de nuevos hogares. Puede que se frene un poco pero tiene un impulso mucho más continuo”, dijo.