En opinión de Fernando Soto-Hay, CEO de Tu Hipoteca Fácil, un indicador a analizar es la tasa de referencia del Banco de México (Banxico), la cual se redujo de 5 a 4.5%, tras estar en 7.25% en 2019. “Históricamente hay una correlación entre la tasa de interés que pagan los bancos y las inversiones inmobiliarias; entre más baja, más apetito por invertir”, expone.
Ante el bajo rendimiento bancario, muchas personas preferirán invertir en bienes inmuebles para obtener los rendimientos que generan tanto la renta como la plusvalía (valorización en el tiempo). De acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal, el sector inmobiliario mantiene su valor por encima de la inflación.
En opinión de ambos expertos, el sector inmobiliario es una fuente de patrimonio a largo plazo y una fuerte de patrimonio de capital a corto plazo con el flujo que generan las rentas.
Así como habrá interés por parte de inversionistas para adquirir inmuebles para arrendar, también habrá una reacción de inquilinos para rentar, sobre todo ante la disminución de nuevos desarrollos, lo cual podría provocar la recuperación de precios en 2021, anticipa Soto-Hay.
Modelos innovadores
Hace casi un año que Weave, un proyecto de coliving en renta con 33 unidades y un valor de 60 millones de pesos, fue creado por Retna en la colonia Verónica Anzures, en la Ciudad de México, y financiado por copropietarios quienes adquirieron 1% con un ticket a partir de 500,000 pesos. “Una de las ventajas que tiene es que si alguien decide vender su fracción, será sencillo hacerlo a partir de que empiece a generar renta”, explica Barrera.
De esta manera, la decisión de dónde vivir no es la misma de dónde invertir, así como invertir en bienes inmuebles tampoco está condicionado a una sola propiedad. Se puede crear un portafolio conformado por varios desarrollos con una participación desde 1%.
Otro modelo es la participación de copropiedad a través de un fideicomiso (convenio de adhesión), donde se adquieren derechos fiduciarios.
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