Un sobrante tiene la probabilidad de que se convierta en pérdida, pero un faltante puede ser más peligroso, argumenta. El especialista recomienda dividir el proceso en cinco etapas para lograr mejores resultados: ingeniería conceptual basada en las necesidades del cliente, ingeniería multidisciplinaria, ingeniería básica (desde la elaboración de los primeros planos), ingeniería de funcionamiento y operación (especificar guías mecánicas de equipos) e ingeniería de detalle.
Beneficios tangibles
Además de dejar atrás viejos paradigmas para crear una nueva cultura de trabajo, esta metodología propone evitar todo aquello que no genere valor. Con ello, podrían contrarrestarse prácticas aún arraigadas en el gremio como baja calidad, retrasos constantes, costos excesivos, corrupción, ausentismo, rotación, improductividad, desperdicios, tiempos ociosos, accidentes e informalidad.
A cambio pueden lograrse cinco ventajas centrales con Lean Construction:
- Eliminar desperdicios. Identificar en dónde se pueden eliminar o disminuir actividades que no generan valor.
- Trabajo estandarizado. Garantizar índices de productividad con base en actividades controladas.
- Trabajo colaborativo.
- Desarrollo de proveedores.
- Eficiencia global en la operación.
En opinión de Pérez Herrera, una organización que adopta esta metodología desde la planificación hasta la construcción del proyecto logra disminuir de los tiempos ciclo operativo. Si antes un proyecto ejecutivo tardaba tres meses, ahora puede reducirse hasta 30% en el tiempo a través del uso de herramientas tecnológicas y eficientar la comunicación, lo cual se traduce en disminución de costos.
A nivel internacional, cada vez más se erigen grandes obras en pocos días, tal es el caso de hospitales en China o Japón.