A inicio de año este panorama positivo no se vislumbraba. Por la pandemia de coronavirus y la Jornada de Sana Distancia, las empresas manufactureras, que suelen demandar mayoritariamente el desarrollo inmobiliario industrial, se vieron afectadas por la suspensión de actividades operativas, indica la consultora Solili.
Pero el cambio de estrategia, entre la que destaca acercar los centros de ensamblado al usuario final, modificaron el rumbo del sector. Tijuana y Monterrey tienen una ubicación clave. Su cercanía con Estados Unidos los convirtió en objetivo de empresas asiáticas que mudaron sus bases de operaciones y buscaron acercarse a los países de Norteamérica.
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La capital de Nuevo León registró una demanda de 195,000 metros cuadrados en el último trimestre del año, lo que representó un incremento de 56% en comparación con el mismo periodo, pero en 2019. Tijuana, por su lado, también tuvo un crecimiento significativo. Solili indica que representó un crecimiento anual de 43%, gracias a una recuperación en la segunda parte del año.
En tanto que la Zona Metropolitana de la Ciudad de México cerró el 4T2020 con una demanda de 195,000 metros cuadrados, y Guadalajara con 90,000.
Los resultados impulsaron la construcción de naves industriales. Al finalizar el año, a nivel nacional, se reportó un incremento de 25% en los metros de construcción, a pesar de que la actividad estuvo detenida de enero a junio, mes a partir del cual se pudo volver al trabajo en campo con restricciones. Durante el último trimestre del 2020, se iniciaron casi 150,000 metros de edificación en este sector.