Datos del Registro Único de Vivienda (RUV) indican que se construyeron 157,800 unidades. En la colocación de vivienda sólo se decreció 0.5%, tomando en cuenta los créditos solicitados. Respecto al monto financiado, hubo un retroceso de 1.4%.
“Prácticamente salimos en línea con el año inmediato anterior. Evidentemente hubiéramos querido un crecimiento, pero ante la gravedad de una crisis como la observamos, no sucedió”, explica Gonzalo Méndez Dávalos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) y quien califica al sector como resiliente.
Para este 2021 se tiene previsto un año levemente más optimista, con la producción de entre 230,000 y 250,000 unidades construidas. Sin embargo, para que los buenos pronósticos se hagan realidad, la industria está esperanzada en la vacuna.
“Todo dependerá este año de la velocidad en la cual se pueda volver a la normalidad y esto estará sujeto a la posibilidad de vacunarse lo antes posible y que estas etapas de contingencia que estamos viviendo en este momento y que está cerrada parte de las economías del país, puedan volver a la normalidad y de que no haya tantos despidos o pérdidas laborales”, agrega el experto. De ser así, las operaciones del sector podrían crecer entre 3% y 5%.
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Pero, además de la situación sanitaria, el sector necesita reforzarse financieramente. Las tasas hipotecarias también ayudaron a incentivar la compra de vivienda y se espera que este año también contribuyan. Durante el 2020 bancos como Santander, por ejemplo, anunció tasas de 7.75%. Esto impulsó a las personas a proteger su patrimonio del deslizamiento de la moneda.
También programas gubernamentales como Unamos Créditos de Infonavit, fueron una buena respuesta para que las personas pudieran adquirir sus viviendas. No obstante, aún hace falta sumar esfuerzos para encontrar una alternativa para las personas no afiliadas.