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Los contenedores se popularizan como nueva alternativa de vivienda a bajo costo

Este tipo de espacios son considerados una apuesta atractiva para reducir costos, tiempos y evitar una mayor explotación del suelo, además de ser opción para personas en situación de vulnerabilidad.
mié 24 marzo 2021 05:00 AM
Cargo container houses
Se espera que en 2023 el mercado de casas hechas a base de contenedores se cotice en 59,400 millones de dólares.

La vivienda tradicional será cosa del pasado. El sector de las bienes raíces modulares comienza a experimentar un auge en México, gracias a que la transformación de contenedores marítimos para uso habitación, oficinas y locales comerciales disminuye costos, genera un ahorro de hasta 75% en el tiempo de edificación y a la par genera espacios arquitectónicos más sustentables por los materiales que se ocupan en su desarrollo.

El año pasado, el mercado global de casas hechas a base de contenedores se ubicó en 49,800 millones de dólares, es decir un 2% menos que lo reportado en 2019, a causa de la pandemia de COVID-19, de acuerdo con estimaciones de la firma The Business Research Company.

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Sin embargo, para este año se prevé una recuperación y que crezca a una tasa anual de 7% para que en 2023 alcance un valor de 59,400 millones de dólares.

Por región, datos del Modular Building Institute (MBI) muestran que América del Norte es el mercado más grande en este tipo de casas con una participación de 39%, con más de 400 empresas en el ramo.

Anyha Sheisla Sánchez Esquivel, project manager en Container House Mx, considera que la tendencia de las estructuras modulares cobra fuerza, gracias a que cada vez más las personas son conscientes de su entorno y los productos que consumen en su vida diaria.

“La transformación de estos contenedores marítimos a viviendas es más económica a diferencia de las técnicas tradicionales, además de que no tiene ningún impacto en el medio ambiente, pues los materiales que se emplean para su adaptación están pensados en no dañar el suelo”, agrega.

México tiene un potencial enorme en el segmento de casas modulares. Cada año, en el país se mueven cerca de seis millones de contenedores marítimos que pueden ser adquiridos en el mercado por 25,000 pesos y ser adaptados a una casa u oficina por un costo promedio de 200,000 pesos.

Dentro de las principales ventajas de este tipo de infraestructura se encuentra que se pueden habitar toda la vida, como una vivienda tradicional, mientras se le dé el mantenimiento necesario, también se está rehusando un contenedor que podría llegar a ser más costoso si se destruyera, sin descontar la contaminación que generaría en el proceso.

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Construir con legos

De unos cinco años a la fecha, los contenedores viven un boom entre los desarrolladores en México, derivado de que las personas buscan ser más “verdes” en todos los aspectos de su vida.

Las medidas de los contenedores (6 metros de largo por 2.50 metros de ancho aproximadamente) permiten crear construcciones que imitan el modelo de los legos a la par de que ofrecen espacios más seguros en caso de que ocurra algún sismo o desastre natural.

A pesar de que este tipo de construcciones tiene algunas limitantes como que no pueden rebasar los dos niveles, Jorge Galaviz, arquitecto y experto en estructuras modulares, ve en este sector un gran nicho para invertir.

“Las personas están viendo con muy buenos ojos el reutilizar y rescatar contenedores marítimos, aun cuando tengan implicaciones espaciales y estructurales, pero la respuesta ha sido muy favorable, ya que en poco tiempo puedes tener una vivienda sostenible”, añade.

El uso de contenedores a nivel nacional es cada vez más notorio en estados como Ciudad de México, Estado de México, Monterrey, Guadalajara, Chiapas, Oaxaca, y Yucatán.

Dentro de los grandes mitos que los profesionistas del sector han derrumbado se encuentra que los contenedores son calurosos, ruidosos, se filtra el agua cuando llueve o que tienen un promedio de vida corto.

Pero la realidad es que antes de ser habitables, las cajas atraviesan por un proceso de preparación que consiste en la limpieza a profundidad y aislamiento para cuidar la parte acústica y térmica.

El siguiente paso es forrarlos con materiales que se emplean en la construcción tradicional, como es el caso de la tablaroca anti-moho. Las etapas consecuentes están enfocadas en la integración al servicio de agua potable, drenaje, suministro de energía eléctrica y finalmente la decoración a gusto del comprador.

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Enfoque social

Además del uso habitacional y comercial, los contenedores son una buena alternativa para ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad por falta de centros de salud y escuelas o en caso de algún siniestro.

El plus de los contenedores es que cuentan con la reglamentación necesaria para ser trasladados por cualquier carretera del país y llegar hasta las comunidades de la llamada última milla sin necesidad de otro permiso.

En el caso de las escuelas, los desarrolladores pueden crear salones con corrientes naturales de aire y a los profesores les permite enseñar en áreas más flexibles.

La infraestructura modular también puede ser una alternativa para los migrantes, pues se pueden utilizar para crear viviendas temporales en lo regularizan su situación legal en el país.

Diego Hernández Martins, ingeniero civil y especialista en containers, asegura que las posibilidades para detonar el sector en México no tiene límites, pues su uso beneficiaría a muchas personas.

“Tenemos que repensar en cómo darle una vocación de servicio al sector de la construcción. Los contenedores permiten llevar clínicas, escuelas, bancos y hasta oficinas de gobierno a los lugares donde sería muy costoso levantar una estructura tradicional. Esta tendencia llegó para quedarse”.

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