Construir con legos
De unos cinco años a la fecha, los contenedores viven un boom entre los desarrolladores en México, derivado de que las personas buscan ser más “verdes” en todos los aspectos de su vida.
Las medidas de los contenedores (6 metros de largo por 2.50 metros de ancho aproximadamente) permiten crear construcciones que imitan el modelo de los legos a la par de que ofrecen espacios más seguros en caso de que ocurra algún sismo o desastre natural.
A pesar de que este tipo de construcciones tiene algunas limitantes como que no pueden rebasar los dos niveles, Jorge Galaviz, arquitecto y experto en estructuras modulares, ve en este sector un gran nicho para invertir.
“Las personas están viendo con muy buenos ojos el reutilizar y rescatar contenedores marítimos, aun cuando tengan implicaciones espaciales y estructurales, pero la respuesta ha sido muy favorable, ya que en poco tiempo puedes tener una vivienda sostenible”, añade.
El uso de contenedores a nivel nacional es cada vez más notorio en estados como Ciudad de México, Estado de México, Monterrey, Guadalajara, Chiapas, Oaxaca, y Yucatán.
Dentro de los grandes mitos que los profesionistas del sector han derrumbado se encuentra que los contenedores son calurosos, ruidosos, se filtra el agua cuando llueve o que tienen un promedio de vida corto.
Pero la realidad es que antes de ser habitables, las cajas atraviesan por un proceso de preparación que consiste en la limpieza a profundidad y aislamiento para cuidar la parte acústica y térmica.
El siguiente paso es forrarlos con materiales que se emplean en la construcción tradicional, como es el caso de la tablaroca anti-moho. Las etapas consecuentes están enfocadas en la integración al servicio de agua potable, drenaje, suministro de energía eléctrica y finalmente la decoración a gusto del comprador.