Rescatar la vivienda mexicana, el objetivo de la Sedatu

“Se empezó esta política de colocación masiva de vivienda, en años anteriores, y creemos firmemente que fue un aspecto de especulación. De un vínculo muy estrecho de política pública a través de la entrega de subsidios por parte del Estado mexicano, para incentivar a las empresas a que empezaran a desarrollar viviendas extremadamente lejanas y de difícil acceso, lo que llevó a que se empezaran a vaciar”, dijo el secretario Román Meyer Falcón, en entrevista con Obras y Expansión.

Sin embargo, su plan de rescate se centra en un obstáculo que no tiene que ver con muros y cemento, si no, con el aspecto jurídico, ya que la situación legal de algunos de estos inmuebles es confusa.

“Anteriormente, se hacían estos procesos de agrupaciones de viviendas que se les quitaban las familias. Algunas de ellas perdieron la vivienda y nunca fueron notificadas. Era un proceso de fraude masivo que se llevaba a cabo mucho, en particular, en el estado de Nayarit. Había un contubernio, un aspecto legal que el propio Infonavit ya ha hecho mención a autoridades competentes”, agrega Meyer Falcón.

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En 2016, David Penchyna, quien fue titular del Infonavit de 2015 a 2018, dijo que al menos 100,000 viviendas se encontraban en litigio, ya que las personas que las adquirieron las abandonaron y dejaron de pagar; "ya agotamos la instancia de la negociación con los derechohabientes para que puedan tener otro esquema para pagarla, ya no la han pagado y estamos en un proceso judicial de recuperación que es nuestra obligación, porque al ser nuestra garantía hipotecaria, es patrimonio de la institución".

Por lo que ahora, la recuperación de esa cartera de construcciones se hace primero a nombre de Infonavit, ya que son juicios que se encuentran en proceso, explica el secretario.

Después de esto, el paso que sigue será su reestructuración, ya que algunas de estas viviendas necesitarán recuperarse en comunidad y tendrán que vincularse a al municipio. A este nivel de gobierno le corresponde proveer los servicios básicos, como agua y drenaje, para que los inmuebles puedan ser habitados.

Entonces, ¿cómo se debería construir la vivienda?

Cientos de casas o edificios pequeños, agrupados, lejos de las ciudades y rodeados de nada, es la imagen que durante muchos años se ha tenido respecto a la vivienda social. Pero, las consecuencias han sido el abandono o la baja calidad de vida de los habitantes.

Estos esquemas de vivienda económica deben cambiar para atender a la población que requiere de este segmento de inmuebles; “un buen ejercicio que se está llevando a cabo y que hemos visto reflejado en algunos desarrollos es entender que se tienen que considerar no desarrollos homogéneos, sino que haya una mezcla de estratos sociales, de usos mixtos y la ubicación de los predios”, explica el secretario Román Meyer Falcón.

Es decir, que en una misma zona se encuentren casas de 300,000 pesos, y a una calle, de más de un millón de pesos. Y en cuanto a estructura, que cuenten con transporte público, conectividad y cercanía con los centros de trabajo, precisa el funcionario. “Yo creo que hacer desarrollos mixtos con otros usos de suelo, que estén bien localizados, pueden dar un mejor panorama de éxito en esos desarrollos y asegurar el mantenimiento”, agrega.

En el mismo sentido, para atender estas necesidades, se ha trabajado con el Infonavit para poder dar más uso a los créditos hipotecarios; “estamos flexibilizando el uso del crédito para que se atienda de mejor forma el universo de necesidades que tenemos a nivel nacional”, explica. En el último año han surgido programas que permiten adquirir el apoyo para ampliar vivienda, realizar modificaciones, comprar terrenos o combinar el crédito con otra persona aunque no estén casadas.

Más allá de la recuperación, está la planeación

Por lo menos 38.4% de la población en México habitan viviendas inadecuadas, indican datos de ONU-Hábitat. Aunque gran problema se debe a la construcción con materiales de poca calidad y al hacinamiento, también los inconvenientes tienen origen en el desarrollo urbano, otro de los ejes en los que trabaja la Sedatu.

“Lo que hacemos es reforzar los grandes proyectos de desarrollo regional que se llevan a cabo por parte del gobierno federal. Hablamos de Santa Lucía, el corredor del Istmo, del Tren Maya. En general la zona sur-sureste que, como en gran parte del país, el desarrollo urbano y planeación ha sido algo que se ha mantenido replegado en varias décadas”, dice Román Meyer Falcón.

Uno de sus puntos a atacar es la complejidad de los temas normativos respecto al uso de suelo. El secretario explica que en México los instrumentos son muy técnicos, lo que ha opacado su transparencia y acceso a las personas.

“Así que, en conjunto con los gobiernos estatales y municipales, quienes tienen las atribuciones de dar los usos de suelo, los simplificamos. Hacemos que los lineamientos sean más entendibles para la población en general”, comenta el arquitecto.

Además, se toman en cuenta elementos como temas ambientales y de carga al ecosistema para ayudar a su preservación, así cómo analizar los sistemas productivos de las regiones y cómo está conformado el sistema urbano y regional.