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Cómo diseñar el interior de una vivienda pequeña

En los espacios de tamaños reducidos es posible lograr espacios de home office funcionales y cómodos.
mar 23 marzo 2021 05:05 AM
Small kitchen with dining table
Los colores y el mobiliario son clave para diseñar el interior de un espacio pequeño y hacerlo flexible y funcional.

En la Ciudad de México, los departamentos miden, en promedio, 83 metros cuadrados, indica Lamudi, y son habitados por 3.3 personas, según el último Censo de Población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Y durante la pandemia, las personas han tenido que aprovechar al máximo este espacio y convertirlo además de en vivienda, en lugar de teletrabajo y en escuela.

Este aumento de tiempo en el interior ha también incrementado su interés por el diseño del lugar que habitan, pero, ¿es posible hacerlo en espacios pequeños? Expertos dicen que sí, incluso adecuando un espacio de home office cómodo y que ayude a la productividad.

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“La clave es hacer espacios flexibles y que pueden cambiar dependiendo la funcionalidad del momento emocional de la gente, de la ocasión: recibir a alguien, trabajar, descansar… con piezas hechas a la medida se puede lograr”, dice el arquitecto Andrés Mier y Terán, del despacho MYT+GLVDK.

Su última experiencia en este tipo de lugares es reciente. Trabaja en el diseño de departamentos en la colonia San Rafael, que van desde los 24 metros cuadrados y hasta los 54 metros cuadrados.

En los departamentos ha recurrido a usar piezas como camas plegables, tapancos para aprovechar la altura, escritorios de un muro, escaleras con ruedas, clósets, etcétera; “todo lo que te permite vivir con lo mínimo a nivel funcionalidad y tener guardadas cosas que ocupes en un espacio secundario”, agrega.

Este uso de organización y almacenamiento se ha hecho popular, debido a la tendencia de las tiny houses, casas pequeñas que se han viralizado en internet, debido a su económica construcción, su movilidad y fácil instalación.

Por lo que otro de los factores funcionales probado, es la iluminación. A través de la luz también se puede cambiar la función de los espacios —cálida para el descanso, fría para trabajar—.

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Home office en un lugar pequeño

Una de las adaptaciones más complejas ha sido adaptar un trabajo para laborar de manera adecuada: en donde se pueda ser productivo, libre de distracciones y con mobiliario adecuado. Sin embargo, en ocasiones, la vivienda de espacio reducido no da margen para diseñar estudios o lugares en específico.

Pero Donovan Servín, diseñador industrial de PM Steele, empresa de muebles de oficina, dice que un escritorio para trabajar cómodamente requiere un espacio de un metro de frente por 50 centímetros de profundidad, ”en este metro y medio deben estar al alcance las cosas que se necesitarán, como carpetas o material de trabajo. De esta manera se permite la movilidad de la persona sin que haya distracciones”, explica el experto.

Además, se debe contar con una silla cómoda con soporte lumbar, para los brazos y que quepa guardada dentro del escritorio para que no ocupe más espacio.

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El color

“Es básico e influye de manera directa (en la percepción del espacio), aunque no va solo, siempre va acompañado de la luz. Un lugar puede tener un color hermoso, pero si la iluminación es deficiente o incorrecta, ese espacio jamás lucirá su belleza”, explica Claudia Garibay, experta en color de Comex.

Ella recomienda inclinarse por los colores que estimulen el dinamismo, la comunicación y el equilibrio emocional. “Contrario a lo que se piensa, los colores oscuros como los azules intensos, nos ayudan a dar profundidad a los espacios además de que tranquilizan al sistema nervioso, y nos ayudan a fijar la atención”, ejemplifica.

También considera que se pueden dar toques de color sosrpesivos, como los tonos amarillos, cálidos y cítricos, que pueden dar energía a un espacio y ayuda a reflejar la iluminación.

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Los colores oscuros combinados con alegres pueden dar profundidad y energía a los espacios.

Lo ideal es usar al menos tres colores diferentes, seleccionados de acuerdo a las actividades que se van a desempeñar en cada lugar. Claudia Garibay comenta que, en lugares para socializar y áreas comunes, se pueden usar colores azules y turquesas para fomentar la comunicación. En el caso de sitios en donde se requiera atención, se pueden tomar lugares en rojo o amarillos.

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