El mecanismo permite que los inversionistas recuperen su inversión en la mitad de tiempo, dice el directivo. En los esquemas tradicionales los rendimientos llegan a ser el doble de la inversión hasta en 20 años, pero al aprovechar los costos más bajos en los que se encontrará un inmueble, los recursos pueden recuperarse en una cuarta parte del tiempo y dar rendimientos anuales superiores al 10% durante 15 años, especifica Capelini.
En México aún no hay oportunidad para ejercer este tipo de inversiones actualmente, ya que no se ha tocado el punto más bajo de la crisis como para que los precios sean suficientemente económicos, explican los expertos. Prevén que llegará en los próximos dos años "porque todos los sectores cumplen el ciclo", agrega Luis Mendez Trillo, presidente de Coldwell Banker Commercial. Hasta entonces los inmuebles verán recuperación y mejora en su demanda y valor.
"Quien quiere comprar en México con grandes descuentos no está encontrando esos precios. No vemos los remates aún y mucho menos una evidencia de recuperación de salida de la crisis. Entonces, creemos que falta que el ciclo de caída se dé, no sabemos de cuánto tiempo será, probablemente dos o tres años más para tocar fondo y comenzar el ciclo de recuperación en donde será la gran oportunidad para entrar a los precios más bajos de descuento en una franja de recuperación del ciclo", agrega el directivo de la inmobiliaria.
Inmsa actualmente se enfoca en el mercado estadounidense y español. En el caso del país europeo, explican que derivado de la pandemia el PIB cayó 12%, ya que 15% de su economía se sustenta en el turismo, que ha estado sesgado por casi 15 meses.
Esto provocó que inmuebles hoteleros lleguen a los precios más bajos vistos en el mercado. Además, se ha llegado a una baja en los créditos para comprar inmuebles y la vacunación acerca la reactivación económica, por lo que la recuperación se avecina y convierte a ciudades como Barcelona en su objetivo.
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INMSA en México
La empresa cuenta con 20 años de experiencia en el sector y tiene oficinas en Miami, Detroit, Madrid, Buenos Aires y a partir del 1 de junio en la Ciudad de México.
Su modelo se basa en gestionar la estructuración de gestión de fondos de real estate para fibras e instituciones financieras, enfocadas en familias de alto patrimonio y family offices. Estas se convierten en las controlantes del 100% de los activos que invierten.