Otro factor relevante es la menor disponibilidad de viviendas, que se ha dado debido a dos factores: en primer lugar, hubo meses en los que la industria de la construcción estuvo detenida y durante el resto del 2020 la mano de obra fue limitada, lo que retrasó la edificación de nuevas unidades. Además, hubo cautela por parte de las empresas desarrolladoras mientras que los inversionistas aprovecharon las facilidades de compra.
Bloomberg añade que otras causas secundarias fueron la implementación del teletrabajo, ya que permitió la movilidad de las personas y que optaran por viviendas más amplias, además de que instituciones bancarias dieron préstamos más solventes.
Las señales han encendido las alarmas, pero no son muestra definitiva de la repetición de un fenómeno; “aunque la métrica de los riesgos crece, hay razones para esperar que el periodo venidero se caracterice más por un enfriamiento que por un colapso”, y la tendencia se definirá cuando comiencen a subir los intereses y la economía regrese a su normalidad.
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Los países en mayor riesgo de burbuja inmobiliaria
El alza de precio de las viviendas en 2021, así como el del crédito, muestra una tendencia a burbuja inmobiliaria en países de todo el mundo.