La absorción de naves industriales ha llegado a niveles históricos este 2022. Hace 10 años se alquilaron 1.4 millones de metros cuadrados, en promedio. Este año se calculan alrededor de 2.9 millones, es decir, un crecimiento de 108%, de acuerdo a la inmobiliaria Newmark.
El sureste queda rezagado en el aprovechamiento del auge en naves industriales
Los mercados más beneficiados son los del norte del país, influidos por el nearshoring, y el centro, por el incremento de operaciones de empresas de logística y comercio electrónico. La zona que no ha sido contagiada por este desarrollo y ha quedado rezagada es el sureste de México, a pesar de su capacidad de producción de alimentos y materias primas.
En Yucatán, por ejemplo, hay alrededor de 800,000 metros cuadrados de inventario y en Tabasco 900,000, de acuerdo a la empresa. Mientras que en entidades como Monterrey al cierre del 2021 se alcanzó una cifra de 7.04 millones de metros cuadrados.
El principal obstáculo es la complicada conectividad que hay con el resto de México y con el extranjero para la exportación de los productos.
“Logísticamente no hay manera eficiente de entrar o salir, ni los puertos ni las carreteras funcionan de forma adecuada”, explica Sergio Pérez, director ejecutivo de cuentas corporativas en América Latina de Newmark.
Yucatán es la excepción hasta el momento, ya que cuenta con Puerto Progreso que se puede conectar hacia Florida, sin embargo, aún falta impulsar la industria básica, que también podría tener cabida en Tabasco (en donde también hay 900,000 metros cuadrados), Yucatán o Chiapas.
“Para llevar al sureste procesos manufactureros de mínima envergadura se tiene que pasar una curva y se debe arrancar en algún lado. Me refiero a que se tiene que empezar con procesos simples de manufactura que pueden ser ropa, calzado, algunos alimentos y de ahí subir el nivel de sofisticación, de calificación de los trabajadores”, comenta el experto.