La naturaleza es el nuevo lujo inmobiliario

Fausto Terán, creador de Japoneza Retreat, hotel boutique que busca privilegiar el contacto con la naturaleza, dice que desde la pandemia hasta la actualidad, el interés de las personas por hospedarse en este tipo de alojamientos no sólo por lo que ofrece el inmueble, sino por estar inmiscuido en un entorno natural, ha incrementado 60%.

Por lo que, de acuerdo con los expertos, ya se puede hablar de una nueva tendencia: quedarse en lugares que parezcan estar en medio de la nada, pero con el gran atractivo de no renunciar a las comodidades, servicios y amenidades. Esta propuesta, además, es de interés para desarrolladores e inversionistas, ya que tiene un mercado amplio.

De acuerdo con Terán, las personas que se interesan por este tipo de inmuebles se dividen en dos: jóvenes de entre 18 y 40 años que son conscientes del impacto al medio ambiente y buscan lugares que lo dañen lo menos posible, y quienes tienen más de 40 años, que buscan sitios donde puedan disfrutar de experiencias de lujo sin salir del recinto y que ofrezcan esa conectividad con el entorno.

No obstante, crear estos proyectos y acceder a ellos no es sencillo ni económico. Fausto Terán explica que los inmuebles que se construyen en medio de un entorno natural son considerados lujo debido a todo el trabajo que conlleva realizarlos, desde escoger el lugar ideal y trasladar los materiales para la construcción hasta crear experiencias que ayuden a las personas a disfrutar su entorno.

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Retos a vencer

Según Borja Escalada, CEO y presidente del Comité Ejecutivo de RLH Properties, una empresa dedicada a la adquisición de activos hoteleros de lujo y ultra lujo, la tarea no se limita a encontrar un espacio verde para la edificación. La elección de ubicaciones debe contemplar la oferta de privacidad y vistas al mar, lagunas o selvas en un futuro cercano.

Una vez asegurado el terreno, el siguiente paso es el análisis topográfico. Fausto Terán, de Japoneza Retrear, añade que el tipo de suelo y la distancia respecto a zonas urbanas determinan la complejidad de las obras. Por ello, es recomendable colaborar con las comunidades cercanas para conocer qué materiales y procesos son viables para facilitar la construcción.

En el caso de los complejos inmobiliarios de la marca Mandarina y Mayakoba en Nayarit y Quintana Roo, Borja Escalada menciona que sus propiedades se encuentran cerca de los hoteles de cada marca, lo cual beneficia a los propietarios porque consiguen privacidad y pueden gozar de las amenidades de los hoteles a través de una membresía.

¿La naturaleza influye en el precio de los inmuebles?

De acuerdo con Fausto Terán, la naturaleza encarece los inmuebles tanto en su construcción como en su venta al público, ya que crear recintos en medio de un ambiente natural, además de las complejidades técnicas que aumentan la inversión requerida, debe ser de bajo impacto. Es decir, se debe privilegiar el uso de materiales sustentables y locales sobre su precio.

Horacio Peña, director ejecutivo de Lunah Eco Resorts, cadena hotelera enfocada en el desarrollo sostenible y el turismo consciente, agrega que también se deben construir menos unidades. Por ejemplo, si se compra un terreno para construir 200 unidades, solo se pueden construir 70 para vender o rentar, para impactar menos considerando el precio por la tierra que no se va a utilizar, lo que encarece a cada edificio.

En su caso, para lograr crear el complejo turístico en medio de la naturaleza, se debió crear su propio esquema financiero a través de un modelo participativo con inversionistas privados, ya que este tipo de proyectos no son financiados por instituciones bancarias tradicionales, explica el director ejecutivo de Lunah Eco Resorts.

“Por el momento en Latinoamérica la inversión en el desarrollo sustentable es todavía entre particulares, es decir, personas que se juntan para lograr crear el desarrollo. No cuenta con un financiamiento tradicional como el bancario, créditos puente”, comenta.

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En el caso de Mandarina por parte de RLH Propierties que se encuentra ubicado en medio de la selva tropical a lo largo de un tramo de 1.6 kilómetros de playa virgen y a un costado de la montaña Sierra de Vallejo en Nayarit, para conseguir los servicios básicos como el agua, luz y drenaje se emplean plantas de tratamiento, donde el agua residual es reutilizada. Borja menciona que se han invertido millones de dólares en infraestructura y tecnología sustentable.

Por lo tanto, las propiedades tienen un costo de 4.2 millones de dólares hasta los 18.2 millones de dólares, dependiendo de su superficie y ubicación. Para los departamentos y penthouses de Fairmont Residences Mayakoba, los precios van desde 1.7 millones de dólares hasta 4.5 millones de dólares por un penthouse. El mantenimiento depende de varios factores, como el tipo de condominio y la marca residencial. Un rango promedio puede oscilar entre 30,000 y 80,000 dólares al año.

En hoteles, Fausto Terán comenta que el gasto promedio en una habitación por noche ronda a partir de los 5,000 pesos hasta los 10,000 pesos. En Lunah Eco Resorts el precio de las habitaciones se encuentran en alrededor de 140 dólares.