Aunque la heterogeneidad de lo que se requiere en México es tan amplia como sus regiones y habitantes, expertos en el tema han logrado identificar elementos que se repiten y que marcan la pauta para las inmobiliarias, que a su vez han evolucionado en los proyectos que llevan a cabo para satisfacer al mercado.
Uno de los cambios más evidentes es la edad. Mauricio Domínguez, Director Market Data Analytics de Tasvalúo, empresa valuadora de inmuebles y que realiza estudios de mercado, señala que la edad de quienes adquieren una primera vivienda ha incrementado. “Antes, los jóvenes se casaban y formaban familias consideradas tradicionales, entonces tenían la necesidad de esa primera casa. Solicitaban créditos hipotecarios, principalmente del Infonavit y Fovissste, entre los 24 y 28 años”, explica.
Actualmente, el encarecimiento de los precios de vivienda combinado con los salarios bajos y el cambio de prioridades de las personas han hecho que el rango se amplíe de 24 a 34 años, debido a que se pasa más tiempo en la casa de la familia nuclear o se prefiere (o no hay otra alternativa) la opción de rentar.
Otro de los grandes cambios en los últimos tres años es la compra para inversión. Esta menor urgencia de las personas menores de los 35 años de independizarse a una corta edad les ha dado la oportunidad a un grupo con cierto poder adquisitivo de adquirir inmuebles para invertir, en el caso de quienes cuentan con recursos suficientes para adquirir un inmueble, explica Karim Goudiaby, CEO de Neximo, inmobiliaria digital.