Miami: La nueva capital del riesgo
Miami encabeza la lista de ciudades con mayor riesgo de burbuja inmobiliaria en 2024. Los precios en la ciudad floridana se han disparado casi un 50% en términos reales desde finales de 2019, con un aumento del 7% tan solo en el último año.
Este crecimiento vertiginoso, impulsado principalmente por el auge del mercado de lujo, ha desconectado los precios de la realidad económica local.
Ciudades en la cuerda floja
Tras Miami, Tokio y Zúrich completan el podio de las ciudades con mayor riesgo de burbuja.
Zúrich, la ciudad suiza, muestra signos preocupantes en su mercado inmobiliario. Comprar viviendas en Zúrich cuesta ahora casi un 25% más en términos reales que hace cinco años.
La proporción de viviendas ocupadas por sus propietarios está disminuyendo, ya que los nuevos inmuebles a menudo se comercializan como edificios de compra para alquiler. Debido al muy escaso inventario de viviendas ocupadas por sus propietarios en Zúrich, estas se percibirán cada vez más como un bien de lujo.
En cuanto a Tokio, la capital japonesa también presenta signos de sobrevaloración. Los precios reales de la vivienda en Tokio han aumentado en torno a un 5% en los últimos trimestres, continuando la tendencia de años anteriores.
En los últimos cinco años, los precios de la vivienda se han encarecido más de un 30% en términos ajustados a la inflación, más del doble que los alquileres.
Tokio tiene una de las relaciones precios/ingresos más elevadas entre todas las ciudades del estudio, lo que indica una creciente desconexión entre los precios de la vivienda y los ingresos de los residentes.
- Fráncfort y Múnich: Estas ciudades alemanas han experimentado caídas de precios del 20% desde sus máximos. La subida de los tipos hipotecarios ha sido el principal catalizador de esta corrección, que ha llevado a ambas ciudades a alejarse de la zona de alto riesgo de burbuja.
- París: La capital francesa registró un descenso del 10% ajustado a la inflación en el último año, convirtiéndose en el mercado inmobiliario europeo más débil entre las ciudades analizadas. Factores como la emigración, las restricciones a la concesión de préstamos y el aumento de los impuestos sobre la propiedad han frenado la demanda.