La caída del modelo iBuyer
Uno de los conceptos más afectados fue el iBuying, donde las startups compraban propiedades con descuento para revenderlas después de mejorarlas, además de ofrecer servicios complementarios.
"Si bien suena como un negocio donde las unidades funcionan, compras más barato, vendes más caro y ganas por servicios adicionales, el problema es que es sumamente intensivo en capital. Cada departamento cuesta desde 100,000 hasta un millón de dólares", señala Pardo.
Por lo que cuando el capital dejó de llegar con la misma agresividad no era sostenible brindar esta solución, por lo que el mercado comenzó a encogerse y las empresas, en todo el mundo, migraron a otros modelos de negocio en donde pudieran aprovechar su experiencia, información y tecnología.
La evolución de los modelos de negocio
Las proptech han respondido de distintas formas ante el nuevo panorama. Algunas optaron por modelos menos dependientes del capital, otras se orientaron hacia el private equity con crecimientos más moderados, y algunas no encontraron su ajuste de producto-mercado y decidieron desaparecer o enfocarse en su mercado de origen.
El caso de Flat ilustra esta transformación. La empresa pasó de ser una plataforma de compraventa de departamentos a convertirse en Clau, una plataforma integral que aprovecha la inteligencia artificial y el análisis de datos para conectar a compradores, vendedores y brokers.
"Lo que quiere Clau es tener un volumen masivo de personas que entren a su página y tener esa información. A través de inteligencia artificial puede identificarla, procesarla y analizarla para dar un match", explica Pardo.
El cambio de negocio se realizó este 2024. Bernardo Cordero, uno de sus fundadores, dijo en entrevista a Obras que a pesar de que el negocio solucionaba un problema, a medida que crecía y expandía sus operaciones, el equipo comenzó a identificar limitaciones significativas en este enfoque.
"Nos dimos cuenta de que, aunque el negocio de iBuying funcionaba y lográbamos resolver el problema para ciertos vendedores, solo estábamos llegando a aproximadamente el 3% de los vendedores que se acercaban a nosotros. El resto, el 97%, quedaba fuera de nuestra solución porque no estaban dispuestos o no podían aceptar el descuento necesario para que el modelo funcionara", comentó.
El desafío brasileño
Para Juan David Vargas, otro de los problemas que se sumó a la caída de capital fue el desconocimiento del mercado, ya que aunque los negocios fueron probados en Latinoamérica, no se lograron adaptar a las necesidades mexicanas.