Al mismo tiempo, en América Latina la película que se contaba era diferente. En el sector inmobiliario comenzaron a surgir cada vez más nombres de empresas que prometían simplificar el mundo de las bienes raíces y el término proptech (la suma de property y technology) se hizo más popular entre emprendedores e inversionistas.
En 2019 los unicornios empezaron a llegar a la industria. La primera en alcanzar la valoración de los 1,000 millones de dólares fue la brasileña QuintoAndar, en ese año. A principios de 2020 le siguió la también brasileña Loft y, en 2022, la colombiana TuHabi. Todo parecía ser de color de rosa para el sector hasta que en 2023, Casai, una de las empresas más exitosas de esta ola y que llegó a recaudar 53 millones, cerró. ¿La racha de decrecimiento de las tecnológicas comenzó a contagiar a las herramientas enfocadas en propiedades? Los expertos dicen que no.
Proptech antes de la llegada del término
Si bien el sector inmobiliario es uno de los más atrasados en el uso de las tecnologías, su aplicación no es tan reciente. Roberto Charvel, socio gerente de MatterScale Ventures, fondo de venture capital que tiene en su portafolio a empresas como Alohome y Pulppo, hubo una primera ola proptech cuando el término aún no se acuñaba.
Se trató de empresas nacidas en los 90 de listado de propiedades, como Metros Cúbicos, plataforma digital de anuncios de compra-venta de viviendas, que aunque tenían un concepto sencillo, ya poseían información del mercado como precios, oferta y demanda.
Sin embargo, fue hasta 2015 cuando se dio el gran salto y surgieron las ahora llamadas proptech, startups que se enfocan en solucionar problemas del tradicional mercado inmobiliario y que durante la pandemia crecieron a gran velocidad. De acuerdo con un estudio de Endeavor, 57% de las 112 compañías del sector activas en México nacieron en los últimos cinco años.
“Las proptech buscan resolver mercados que no funcionan. Crean marketplaces para dar liquidez al mercado de las casas usadas, les dan herramientas a los brokers que operan como lo hacen desde hace décadas, digitalizan los créditos hipotecarios para hacerlos más fáciles… Esto fue lo que provocó una ola de inversiones en el sector entre 2020 y 2021”, explica Federico Antoni, socio gerente del fondo de venture capital ALLVP, uno de los claves en México para esta industria.
Sin embargo, el boom es aún joven y la mayoría de las empresas todavía se encuentran en sus primeras etapas de recaudación tanteando el terreno.
“Sigue siendo muy temprano en esta nueva ola y por eso muchas de las compañías han levantado apenas tres rondas. Hay un desfase y por eso los tamaños de los negocios no son los mismos que las fintech, por ejemplo, pero ahí viene y es de las industrias de mayor crecimiento y mayor captura recientemente en cuanto al capital privado en la región”, explica Vincent Speranza, director general de Endeavor México, un organismo de impulso al emprendimiento.
En 2021, las proptech en México recibieron 921 millones de dólares, lo que la convirtió en la tercera industria con mayor inversión emprendedora en el país. Al año siguiente, la recaudación cayó a 414 millones, pero siguió estando en el top cinco con el cuarto lugar, después de las fintech, el e-commerce y el transporte y logística, de acuerdo con datos recopilados por Endeavor.