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Programa de Vivienda y Regularización impacta el precio de los terrenos

La demanda de tierra para la construcción de un millón de viviendas que busca llevar a cabo el gobierno federal incrementará su valor, de acuerdo a expertos.
jue 21 noviembre 2024 05:30 AM
¿Terrenos bien ubicados y con servicios? Programa de Vivienda los encarecerá en México
El Programa de Vivienda planea construir el doble de unidades de las que edificó el sector privado el sexenio pasado.

Los terrenos disponibles para construcción en México son limitados, sobre todo aquellos que cuentan con servicios básicos y están bien conectados. Esta escasez cobra relevancia ante el Programa de Vivienda y Regularización que propone la construcción de un millón de unidades en los próximos seis años, el cual requerirá extensiones considerables de tierra urbanizada.

Sin embargo, la ubicación de estas nuevas viviendas representa uno de los principales desafíos. La experiencia previa ha demostrado que no basta con construir casas: deben estar estratégicamente ubicadas y esta necesidad de terrenos bien ubicados y con servicios también impacta directamente en los precios.

De acuerdo a un reporte de Moody's Local, el programa podría generar una presión adicional sobre los precios de los terrenos debido a la necesidad del gobierno federal de adquirir áreas extensas, lo que lo situaría como un competidor significativo en la búsqueda y adquisición de suelos idóneos para construcción.

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El reto de los precios y la ubicación

En México existe un inventario de más de medio millón de viviendas abandonadas, a pesar del déficit habitacional, debido a su lejanía de centros urbanos o falta de servicios básicos.

En la actualidad, solo el mercado ha generado esta escasez de tierra en localidades conectadas. En el caso de zonas urbanas, como la Ciudad de México, los desarrolladores ya están buscando alternativas como la reconversión de propiedades existentes debido a la escasez de terrenos.

"Los criterios que se han establecido para los hogares es que son viviendas que deben contar con acceso a servicios básicos, nos referimos a agua potable, drenaje, energía eléctrica, que estén en zonas que no impliquen condiciones de riesgo", explica René Robles, director Analista de Crédito de Corporativos en Moody's Local México.

Los valores del suelo muestran variaciones significativas según la ubicación. En la Ciudad de México, por ejemplo, el metro cuadrado en la alcaldía Miguel Hidalgo alcanza los 95,000 pesos, mientras en Tláhuac apenas llega a 12,700 pesos, indica Mauricio Domínguez, director de Datos de Mercado de Tasvalúo.

Por un simple efecto de oferta y demanda, porque además son terrenos que deben reunir ciertas características, es hasta cierto punto de esperarse que el precio de los terrenos tienda a subir
René Robles, Moody's Local México.

Aunque el plan de vivienda no se enfoca en estas alcaldías demandadas, este fenómeno ya se observa en zonas de desarrollo prioritario como el sureste, en donde se planea construir vivienda en el primer año del programa.

El ejemplo más claro se puede ver en las proximidades de las estaciones de Tren Maya, donde un terreno que tenía un uso de suelo agrícola o agropecuario, de pronto con el arribo de la inversión, del desarrollo de infraestructura, pasó de costar cerca de 120, 130 pesos el metro cuadrado, a elevarse hasta los 2,000, 4,000, 5,000 pesos.
Mauricio Domínguez, analista de Tasvalúo.

La respuesta gubernamental y privada

Ante este panorama, el gobierno federal ha diseñado una estrategia inicial: utilizar terrenos de la reserva territorial del Infonavit y de algunos estados. No obstante, estos no serán suficientes para cubrir la totalidad del programa, lo que obligará a buscar alternativas adicionales.

"En la medida en que se vayan ocupando esos terrenos, algunos que sean adquiridos por el gobierno federal y otros que sean desarrollados por estas propias empresas privadas, ellos tienen que reconstituir su reserva territorial y los terrenos van a subir de precio de manera natural por este proceso de oferta y demanda", explica Robles.

El sector privado también se prepara para este nuevo escenario. Las empresas constructoras han tomado medidas anticipadas, como la reciente fusión entre Vinte y Javer, que les otorgará acceso a aproximadamente 100,000 reservas territoriales en todo el país. "Al inicio seguramente tendrán que apoyarse en los desarrolladores, en los constructores privados, evaluar cómo funcionan estos proyectos y si estos proyectos funcionan adecuadamente", menciona Robles.

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Impacto en el sector inmobiliario

El programa podría revitalizar un sector que ha mostrado una tendencia decreciente. De acuerdo con estadísticas del Registro Único de Vivienda, la construcción ha decrecido a una tasa anual constante de 9.9% en los últimos ocho años, disminuyendo de 301,900 casas en 2015 a 131,100 en 2023, lo que implica una caída acumulada en producción de 56.6%.

"Me parece que de entrada por ahí puede haber una oportunidad interesante en un sector que los últimos seis años ha venido a la baja", menciona Robles, quien añade que este programa podría ayudar a darle un impulso adicional al sector.

La viabilidad financiera

El proyecto contempla esquemas de financiamiento accesibles. Las viviendas, que tendrán un precio entre 700,000 y 1.2 millones de pesos con una superficie aproximada de 60 metros cuadrados, según Edna Elena Vega Rangel, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, se podrán adquirir mediante créditos con tasa de interés cero y mensualidades que no rebasen el 30% del ingreso familiar.

"Son planes que van a tener cierto nivel de subsidio. Una parte la va a absorber el Infonavit y otra parte la va a absorber el gobierno federal", explica Robles, quien señala que si el programa se maneja adecuadamente, la inversión podría recuperarse a través de los pagos mensuales durante el periodo de financiamiento.

La implementación de este programa y su impacto en el mercado del suelo marcarán un punto de inflexión en el desarrollo inmobiliario mexicano. El éxito dependerá de la capacidad para equilibrar la necesidad de ubicaciones estratégicas con precios accesibles, mientras se gestiona el incremento en el valor de los terrenos y se garantiza la sustentabilidad financiera del proyecto.

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Distribución regional y características

La distribución regional del plan refleja un enfoque en zonas con mayor rezago habitacional. La región sur del país recibirá la mayor proporción con 325,000 viviendas nuevas, seguida por la región sureste con 239,400 unidades, la región centro-norte con 228,800 y la región norte con 206,800, según datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

"Cada mercado en particular tiene su dinámica, no es lo mismo la dinámica que puedas encontrar en las grandes ciudades como Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, y además el plan está más enfocado en aquellos lugares donde el rezago habitacional es más grande", puntualiza René Robles.

"Si el programa tiene el éxito proyectado, estaríamos hablando de que estos próximos seis años se construiría el doble de casas de lo que se construyó el sexenio anterior", señala René Robles.

La propuesta, que contempla una inversión superior a los 600,000 millones de pesos, busca atender un déficit cuantitativo de 8.2 millones de viviendas a nivel nacional. A esto se suma que 8.9 millones de hogares presentan rezago habitacional por precariedad de materiales y acceso deficiente a servicios básicos, según datos del INEGI.

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