Naves industriales con pies de plomo
La cautela de los inversionistas, según el informe Panorama inmobiliario de América Latina 2025 de la calificadora, se debe principalmente a la incertidumbre sobre las políticas económicas futuras y sus potenciales impactos en el sector.
Los signos de esta desaceleración ya son visibles en algunos de los principales mercados industriales del país.
Los más afectados por esta tendencia son Monterrey, con una caída de 15% en inversión extranjera directa, Bajío con 19%, y Saltillo con 67%, en comparación con el año anterior, de acuerdo con datos registrados durante el primer semestre de 2024.
"Los fundamentos del sector inmobiliario industrial en México permanecen sólidos después de tres años de rápido crecimiento. Sin embargo, la incertidumbre sobre las políticas económicas futuras podría afectar la confianza de los inversionistas y retrasar los procesos de toma de decisiones", indica el reporte de Fitch.
Los números del sector industrial permanecen robustos a pesar de la desaceleración prevista.
La ocupación mantiene niveles históricos, con proyecciones de 97.3% para 2024 y 97.1% para 2026. Los precios de renta también seguirán una tendencia alcista moderada, con un incremento previsto de 6.4 dólares por pie cuadrado en 2024 a 6.8 dólares para 2026.
El sector enfrenta retos estructurales que limitan su expansión. La escasez de terrenos con infraestructura adecuada, particularmente en términos de agua y electricidad, representa un cuello de botella.
A esto se suman las preocupaciones sobre las reformas judiciales y energéticas de México, así como la posibilidad de nuevos aranceles estadounidenses a las importaciones.
Un factor adicional que introduce incertidumbre es la próxima revisión del T-MEC en 2026. Su negociación proyecta su sombra sobre el segundo semestre de 2025, cuando los participantes del mercado podrían adoptar posturas más cautelosas ante la posibilidad de aranceles generalizados por parte de Estados Unidos.