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Falta de uso de suelo exclusivo limita mercado inmobiliario de retirados

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Asistencia en el Retiro, fuera de las grandes ciudades no existen usos de suelo para construir desarrollos con las particularidades que requiere este nicho.
jue 30 enero 2025 05:40 AM
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Los retirados han detonado nuevos destinos para desarrollos inmobiliarios en zonas menos turísticas, pero fuera de las ciudades.

La industria inmobiliaria para personas en edad de retiro en México enfrenta un desafío, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Asistencia en el Retiro (AMAR). En zonas fuera de las grandes ciudades no existen usos de suelo que permitan construir centros inmobiliarios específicos para este segmento de la población, lo que obstaculiza el desarrollo de proyectos en zonas rurales y campestres, donde la demanda crece.

Estos lugares tienen varias particularidades. Aunque funcionan como vivienda, no requieren de las mismas características como estar cerca de centros de trabajo, por ejemplo, pero tampoco funcionan como hoteles o centros de entretenimiento.

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Es una mezcla entre la hospitalidad, la vivienda y los cuidados a la salud, lo que ha complicado la creación de una figura tan específica para su impulso.

No obstante, AMAR quiere poner el ejemplo y para comenzar con la iniciativa y mostrar el éxito que podrían tener estos espacios, el organismo propone al municipio de Colima crear el primer uso de suelo encaminado a proyectos dirigidos a personas mayores de 50 años.

Esta iniciativa también se presentará a las autoridades a nivel nacional con la finalidad de que esto se convierta en una legislación en todo el territorio.

El reto del uso de suelo para comunidades de retiro

El problema principal radica en que la normatividad actual está diseñada para vivienda convencional o comercial, sin considerar los requerimientos específicos de las comunidades de retiro ni del negocio. La obligatoriedad de cajones de estacionamiento, la densidad permitida y los criterios de construcción dificultan la viabilidad de estos desarrollos.

La regulación vigente no contempla las características específicas de los desarrollos para retiro. Por ejemplo, el modelo Co-living Residence, destinado a solteros mayores de 50 años, requiere mínimo 50 unidades para ser viable, pero las normas actuales limitan la construcción a 28 unidades.

"El uso de suelo dice que nada más puedes construir 28 unidades y cada unidad tiene que tener dos cajones de estacionamiento. Dan la oportunidad de que en esas 28 unidades puedan vivir cuatro personas, cuando yo te estoy pidiendo nada más construir 50 unidades para atender únicamente a 50 personas que van a vivir solos", explica Javier Govi, CEO de AMAR.

Estas limitantes en el número de viviendas construidas hace que el negocio no sea atractivo para desarrolladoras e inversionistas, dice Javier Govi, ya que elevaría el precio por unidad y le quitaría atractivo a los clientes finales.

De acuerdo con el experto, el objetivo no sólo es crear viviendas, sino centros de convivencia entre personas que busquen cuidados y actividades recreativas, y que estén principalmente solteras. Para el especialista, este es el momento clave para que el sector empuje hacia ese lado, por el envejecimiento de la población y la migración desde otros países.

La población nacional está envejeciendo y que obviamente están buscando alternativas que afortunadamente ya en México ya existen, pero no hay más de 15 proyectos como deben de ser con los estándares internacionales
Javier Govi, CEO de AMAR

El contexto político y geográfico también genera presión en la industria. “Ahora con Trump estamos esperando alrededor de 30 millones de personas que van a salir orgánicamente en algo que llamamos migración inversa, o sea, el primer mundo queriendo ir al tercer mundo. Es todo un concepto antropológico bien interesante que impacta directamente la industria inmobiliaria (...) en el inventario habitacional que hay en México, probablemente no sea suficiente de primera entrada”, agrega Isaac Uribe, director de Innovación y Desarrollo de Century21.

El experto inmobiliario comenta que en el caso de las personas que llegan de otros países a vivir, lo que buscan principalmente es la comunidad, la seguridad, acceso a servicios y alimentación, y un costo de vida menor a los de sus lugares de residencia.

En el caso del mercado nacional, esta movilidad es característica de las clases socioeconómicas medias a altas, y están enfocados en inmuebles cercanos a sus hogares originales.

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El caso Colima

En México, las zonas con mayor atracción para este mercado han sido tradicionalmente Ajijic, San Miguel de Allende y la Riviera Maya. Sin embargo, el modelo de desarrollo está cambiando. "Ahora buscamos que haya una migración ordenada hacia zonas campestres, donde los costos sean menores y las condiciones de vida sean más adecuadas para este sector de la población", explicó Javier Govi.

Uno de los lugares que se tienen en cuenta para explorar es Colima, en donde AMAR desarrolla su primer centro integral en un espacio de 8.2 hectáreas a 20 minutos del centro de la ciudad. El proyecto atenderá desde adultos activos e independientes hasta personas que requieren cuidados especializados.

Este desarrollo marca un precedente para la industria, de acuerdo al organismo. La ubicación aprovecha áreas semi urbanas o campestres sin alejarse de la infraestructura urbana, siguiendo el concepto "ciudad fuera de la ciudad".

Nuevos destinos

El panorama del retiro en México está experimentando una transformación significativa, con nuevos destinos que emergen mientras el país trabaja en resolver sus desafíos regulatorios. Isaac Uribe, de Century21, señala una diversificación geográfica en las preferencias tanto del mercado nacional como internacional.

En el sur del país, Oaxaca se ha posicionado como un destino que es buscado cada vez más a retirados nacionales y extranjeros, mientras que Acapulco experimenta un renovado interés, principalmente entre el mercado nacional.

La península de Yucatán no se queda atrás: Valladolid se está consolidando como un nuevo punto focal para el retiro, mientras que Bacalar, en Quintana Roo, continúa ganando popularidad con su laguna de siete colores y ambiente tranquilo.

Un fenómeno particular es el surgimiento de comunidades de retiro en las regiones vitivinícolas del país.

Parras, Coahuila, cuna de la viticultura en el continente americano, está desarrollando proyectos que combinan la riqueza histórica con las comodidades modernas. El Valle de Guadalupe está experimentando un nuevo impulso gracias a la instalación de una planta desalinizadora, que ha permitido el desarrollo de nuevos proyectos residenciales.

En Querétaro, la famosa Ruta del Queso y Vino atrae a viñedos interesados en crear comunidades de retiro que integren la experiencia vitivinícola con el estilo de vida tranquilo que buscan los retirados.

El mercado actual refleja una segmentación que responde a diferentes necesidades y presupuestos.

El modelo Retiro Plus ofrece espacios amplios de 100 a 120 metros cuadrados, con precios que oscilan entre los cinco y ocho millones de pesos, ideales para quienes buscan mantener un estilo de vida espacioso.

Para aquellos que prefieren espacios más compactos y una vida más comunitaria, el concepto Co-living Residence proporciona unidades de 45 a 60 metros cuadrados, con precios entre tres y cinco millones de pesos.

Como alternativa más flexible, el esquema Senior Living ofrece opciones de renta que se adaptan a diferentes presupuestos, desde 20,000 a 80,000 pesos mensuales, variando según la ubicación y los servicios incluidos.

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