La caída en la colocación de inmuebles no implica que no se absorban las construcciones, sino que se dirigen a un mercado distinto. En el mismo periodo, las operaciones de reventa de espacios usados crecieron 19.6%.
“El mercado no se contrajo, simplemente se redistribuyó, principalmente porque gran parte de la oferta nueva no responde al perfil de demanda más activo”, reporta la consultora.
El reporte económico del primer cuatrimestre del Infonavit coincide con este panorama. A pesar de ser la institución de financiamiento de vivienda con mayor colocación en el país, de enero a abril de este año su uso para adquirir vivienda nueva cayó 7.3% y la vivienda existente también presentó una baja de 7.5%. En contraste, el uso del crédito para adquisición de suelo creció 46.8% y para pago de pasivos 53.9%.
¿Qué piden quienes compran?
La principal descoordinación entre la demanda y la nueva oferta está en los precios. La búsqueda de vivienda se concentra en departamentos de hasta 4 millones de pesos, rango en el que se encuentra el 70% de las personas interesadas, según datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda.
Sin embargo, la apuesta de las desarrolladoras está en propiedades que superan ese valor. Mientras que entre 2017 y 2024 la edificación de departamentos creció 213%, tan solo en el último año la construcción de inmuebles de entre 0.5 y 2 millones de pesos se redujo 18%.
“Esta desconexión ha limitado la absorción en el mercado formal y empujado a los compradores hacia la reventa, donde encuentran mejores condiciones de precio. Para los desarrolladores, esto abre una oportunidad clara para reconectar con la base compradora más amplia del país”, señala el estudio.
Al valor de la vivienda se suma la demanda de características específicas en los espacios, principalmente por parte de las generaciones millennial y Z, que están menos dispuestas a vivir lejos del centro de las ciudades.
Este mercado busca ubicaciones cercanas a infraestructura y servicios, con opciones de movilidad y buena calidad de vida.
Por ello, para 4S Real Estate, la clave para las desarrolladoras está en ajustar el precio de los inmuebles entre 1.8 y 4 millones de pesos y ubicar los desarrollos cerca de transporte y equipamiento urbano.