Según datos del propio organismo, esta cartera se traduce en 237 proyectos que representan 65% del desarrollo inmobiliario nacional y en 355,000 empleos directos e indirectos.
En su primer posicionamiento, Quinzaños alineó la visión de la ADI con la agenda federal sobre bienestar, equidad y sostenibilidad, pero también subrayó que el cierre de inversiones requiere certidumbre: políticas públicas estables, reglas claras y la posibilidad de que los proyectos avancen sin obstáculos administrativos.
La huella del periodo anterior: inversiones fuera de la CDMX y el giro ASG
El presidente saliente, Jaime Fasja, ofreció un balance que deja ver un cambio profundo: más del 80% de la inversión de los socios de la ADI ya se realiza fuera de la Ciudad de México, principalmente en Quintana Roo, Yucatán, Jalisco, Baja California, Nayarit y el Estado de México.
El organismo deja de ser un actor concentrado en la capital para convertirse en un articulador con presencia en las regiones donde hoy avanza la vivienda turística, el mercado corporativo híbrido y los polos de crecimiento ligados a infraestructura.
El otro frente que Fasja consolidó fue el de la sustentabilidad. Bajo su periodo se firmó un convenio con el World Green Building Council para trazar la ruta hacia la neutralidad de carbono en edificaciones, con metas para 2030 y 2050.
Este marco derivó en la creación de una Guía ASG de Buenas Prácticas, nuevos indicadores sobre energía, agua, equidad e inclusión, y un Consejo ASG encargado de dar seguimiento.
Lo relevante es que la sustentabilidad dejó de ser un “lineamiento deseable” para convertirse en parte del código de ética y, en palabras del propio Fasja, del ADN de los socios.
Tensión regulatoria: el punto de fricción
En el anuncio también se reconoció un punto clave para el sector: los cambios normativos en curso, que podrían tener efectos negativos si no se manejan con claridad jurídica y equilibrio institucional.
La ADI plantea que cualquier transformación regulatoria debe sustentarse en información técnica y en un diálogo continuo con autoridades para garantizar un entorno moderno, transparente y seguro.
La nueva agenda de la ADI en manos de Quinzaños
El reto de Quinzaños será capitalizar el avance en sustentabilidad, mantener interlocución en el momento de mayor discusión normativa de la década y asegurar que la inversión comprometida se materialice.
También deberá equilibrar la expansión regional con la presión creciente por desarrollos más eficientes, bajos en carbono y alineados a estándares internacionales.
El arranque de su gestión coincidió con el evento “Oportunidades de Inversión”, con miras a The Real Estate Show 2026, que reunió análisis sobre el panorama político y económico.
La ADI, integrada por 78 desarrolladores que representan a 48 ramas de la economía y 16% del PIB, entra así en un ciclo en el que la sustentabilidad, la dispersión territorial del capital y el pulso regulatorio definirán la próxima etapa del mercado inmobiliario en México.