"Cuando compras un producto nuevo, muchas veces lo que te están vendiendo son promesas, son ilusiones", explica Ordorica. El resultado son sorpresas desagradables: vicios ocultos, entregas tardías, costos que terminan siendo mayores a los planeados.
En el caso de la vivienda usada, el panorama es diverso. Hay departamentos que alguien habitó durante 15, 20 o 30 años y que salen a la venta por distintas razones. La edad y el estado de conservación varían enormemente.
Ordorica subraya que uno de los principales obstáculos para la compra de vivienda en México no son las hipotecas.
"Las hipotecas sobran", afirma. Hay suficiente competencia en el mercado y opciones accesibles. El verdadero reto de las familias mexicanas es acumular el capital necesario para hacer el enganche, ese 15 o 20% que se requiere para poder comprar.
La planificación y el ahorro previo se vuelven fundamentales para las familias que buscan adquirir una vivienda, sea nueva o usada.
Las perspectivas para 2026
El mercado seguirá moviéndose en la misma dirección, según las proyecciones. La vivienda usada continuará valorizándose porque las tendencias que impulsan su crecimiento no van a cambiar.
El gobierno planea construir 1.8 millones de viviendas en el sexenio a través del plan de Vivienda para el Bienestar. Sin embargo, esas viviendas están enfocadas en población de salarios muy bajos, con un valor de 600,000 pesos. A nivel promedio, esto evitará que la vivienda nueva tenga aumentos altos en precio.
La inflación también disminuyó. Durante periodos de inflación alta, la vivienda nueva aumentaba más de valor año con año. "Esa presión inflacionaria ya no está tan fuerte", comenta Hartasanchez. Los desarrolladores no tendrán que aumentar tanto los precios.
La vivienda usada, en cambio, responde a elementos de demanda más naturales y a la limitante de vivienda nueva en las ciudades. "Lo que esperamos en el 2026 es que las familias mexicanas sigan buscando adquirir viviendas a buen precio y bien ubicadas", proyecta Hartasanchez.
Tal vez sacrificando la novedad y el metraje para estar en mejores ubicaciones. El mercado de la vivienda usada seguirá creciendo, consolidándose como una alternativa cada vez más relevante para las familias que buscan un hogar.