“Sabemos que tenemos que estar enfocados en las personas, porque es lo que tiene vida, entonces todo lo que sean productos y experiencia del ambiente de trabajo tiene que ser principalmente dedicado a fortalecer y soportar las actividades de las personas que son el motor de las personas”, dijo María Paula Zajar, gerente de producto senior para América Latina de Herman Miller, firma experta en el diseño de muebles.
La especialista comenta que una persona, en promedio, usa 10 sillas distintas al día, en donde pasa 80% del tiempo, por lo que se convierte en uno de los objetos con los que más se tiene relación. Asimismo, se necesitan distintos tipos de especificaciones para cada silla. Las sillas de trabajo, por ejemplo, son clasificadas como de alta performance, explica María Paula Zajar.
La experta considera que al momento de escoger una silla adecuada para trabajar, esta debe cumplir con tres elementos: que permita el movimiento, que brinde soporte a toda la columna y que sea de un material que permita a la piel respirar.
“Debe permitir que si yo me muevo, la silla se mueva conmigo; el movimiento genera salud. Cuando yo lo hago, activo mi circulación y genero enzimas, como la lipoproteína que ayudan a estabilizar el colesterol, así que cuando se fomenta el movimiento, se reducen riesgos cardiovasculares relacionados con el sedentarismo”, explica.
Respecto a la columna, antes se creía que sólo era necesario un soporte lumbar, pero recientemente se ha descubierto que en la zona del sacro es en donde recae todo el peso de una persona sentada. Pero no sólo esta zona debe mantenerse estable; los mejores diseños de sillas de trabajo ponen atención en todas las zonas de la espalda.
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En tanto que el material debe brindar confort térmico, es decir, que permita a la piel respirar y no provoque sudor que moje la ropa y a la larga cause fatiga. También debe ayudar a la estructura de la silla a distribuir la presión al sentarse.
Si una silla cumple con estos tres elementos, lo restante en cuanto a diseño y tamaño, dependerá de la persona que la elija y del uso que se le dará. En Herman Miller, por ejemplo, tienen diseños para personas que pasan mucho tiempo sentados, como gamers, con mayor movimiento o sin marcos para hacerla más sencilla.
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