Es decir, para lograr objetivos de desarrollo urbano sostenible, cuya visión principal también considera conceptos de innovación y tecnología, la información para su planificación también debe considerar el uso de este tipo de herramientas. Pero la realidad, por lo menos en el caso de México y sus ciudades, es otra.
El desarrollo urbano a nivel nacional enfrenta diversos desafíos, y uno de los más significativos es la falta de información pública adecuada para respaldar un crecimiento sostenible y planificado. Esto con la intención de tomar decisiones bien informadas y de brindar soluciones apegadas a las problemáticas y necesidades principales que afectan a las urbes en sus contextos actuales y futuros.
Organismos multilaterales como ONU-Hábitat han señalado la importancia del uso y disponibilidad de la información , así como de la incorporación de herramientas tecnológicas para la generación de datos que favorezcan el adecuado mapeo de problemáticas urbanas.
A pesar de que el acceso a la información y la transparencia es un derecho , la obtención de datos de diversos servicios públicos como agua o movilidad, por dar algunos ejemplos, es un reto para quienes se dedican a documentar problemáticas en estas materias y a generar propuestas de política pública especializadas.
Dichos inconvenientes van más allá del tema del acceso y transparencia, ya que muchos de los datos tiene un alto índice de desagregación, lo cual demanda una tarea exhaustiva para sistematizarla y verificarla. El factor más preocupante de todo es que gran parte de los datos son generados por las propias entidades y dependencias encargadas de la gestión de los servicios públicos. La raíz de este problema quizás comienza desde aquí.
La otra arista se encuentra en la accesibilidad, ya que la presentación de los recursos de información y bancos de datos es estructurada en formatos incompatibles o desactualizados , que en muchos casos son poco funcionales o no contienen la información correspondiente a lo indicado.
La posibilidad de involucrarnos en la serie de dificultades urbanas, tanto ciudadanía como gobierno, surge de contar con información de calidad. A partir de ese punto se puede conformar la participación colectiva para el desarrollo urbano.