(Obras) - Tras la pandemia, las tendencias de creación de centros de entretenimiento para toda la familia continúan creciendo. El diseño y construcción de dichos centros representan un reto, ya que la tendencia actual está orientada a ofrecer espacios interactivos y distracciones multisensoriales aprovechando el uso de la tecnología. En el caso de los acuarios el reto es aún mayor, ya que debe ser tomado en cuenta el factor de la convivencia simultánea del público con diferentes especies, lo cual requiere una atención muy particular.
Los acuarios ahora están enfocados a ofrecer experiencias multisensoriales
Un gran aprendizaje que nos dejó el confinamiento ha sido que las personas busquen lugares que les permitan tener contacto con la naturaleza, mientras mantienen convivencia y distracciones sanas; los centros de entretenimiento, como los acuarios, satisfacen estas necesidades. Cabe mencionar que, hoy en día, dado el contexto de la actual depredación del medio ambiente y del calentamiento global, los acuarios se están enfocando en la concientización del público, el cuidado de especies en peligro de extinción, así como en temas de sustentabilidad y manejo de desechos. Los espectáculos con animales ya no están orientados a un simple entretenimiento humano, sino que permiten la contemplación de animales acuáticos en un ambiente que les es favorable.
Estos tradicionales recintos que solían presentar una ventana al mundo acuático ahora han evolucionado para brindar a los visitantes, experiencias multisensoriales inmersivas, gracias a la integración de la tecnología. Estamos siendo testigos de un emocionante cambio en la forma en que los acuarios cautivan y educan al público al combinar la vida marina con innovadoras herramientas tecnológicas.
Los acuarios modernos han abrazado la tecnología para proporcionar a los visitantes una experiencia mucho más envolvente y educativa. El objetivo es sumergir a las personas en un mundo submarino casi real, donde puedan interactuar con la vida marina y aprender de manera divertida y atractiva.
Una de las formas más emocionantes en que los acuarios están utilizando la tecnología es a través de la realidad virtual y aumentada. Estas tecnologías permiten a los visitantes explorar ambientes submarinos virtuales, interactuar con criaturas marinas digitales y aprender sobre sus hábitats de una manera completamente nueva. Por ejemplo, en el acuario Sealand en Guadalajara se diseñó un espacio confinado en el que se encuentra un Laser Maze, donde los niños juegan con rayos láser, además de un área de realidad virtual donde puede meterse a jaulas y hacer una sumersión simulada del fondo del océano.
La administración en la construcción de este tipo de espacios recreativos también juega un papel fundamental en la experiencia de los visitantes. Las empresas inmobiliarias que administran y gestionan construcciones de esta índole, enfrentan distintos retos como el proceso de traslado de diferentes especies y la preparación de las condiciones climatizadas para recibirlas y albergarlas. En el caso de Sealand, mencionado anteriormente, la reubicación de los animales tuvo que ser revisada en todo momento con acuaristas para garantizar su seguridad y prevenir cualquier eventualidad o riesgos que puedan afectar a las especies que alberga, que van desde peces y tiburones, hasta cocodrilos y pingüinos.
De esta forma, el diseño y la construcción de los acuarios tienen el reto de garantizar la seguridad de animales provenientes del mar, con el fin de que puedan ser apreciados de una manera más digna y a la vez, de satisfacer las nuevas tendencias de entretenimiento familiar.
La transformación de los acuarios en centros de entretenimiento multisensoriales es un emocionante paso hacia adelante en la forma en que experimentamos y comprendemos la vida marina. La tecnología está revolucionando la manera en que interactuamos con los océanos y sus habitantes, permitiéndonos explorar y aprender de formas nunca imaginadas. A medida que los acuarios continúan incorporando estas innovaciones tecnológicas, el público puede esperar experiencias aún más inmersivas y educativas que inspirarán un mayor respeto por el mundo acuático y su conservación.
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Nota del editor: Arturo Bañuelos es Director Ejecutivo de la División de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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