Los espacios abiertos son fundamentales para la recreación y salud de la sociedad. Sin embargo, durante la pandemia se ha restringido el acceso a ellos para evitar el contagio de coronavirus COVID-19 . En la Ciudad de México, grandes pulmones como Chapultepec fueron cerrados para incentivar que las personas se resguarden en sus hogares.
Ante este panorama, el Studio Precht planteó un proyecto llamado Parc de la Distance, que consiste en un espacio arbolado en donde las personas pueden pasear sin aproximarse físicamente.
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Está diseñado en forma de huella digital, lo que permite crear sendas de paralelas, de 90 centímetros, a más de dos metros de distancia, que permite escuchar a las demás personas que están en el espacio, sin violar la distancia de seguridad implementada durante la contingencia sanitaria.
En la vista aérea pareciera un laberinto, pero en realidad los caminos son centrífugos que no se cruzan entre sí, y que se dirigen al centro, en dónde está planteado que haya fuentes. Incluso, cada pasillo tiene su propia entrada y salida para evitar el contacto de las personas.
Además, los setos que dividen los pasillos, de 600 metros de largo, tienen diferentes alturas, lo que permite al usuario en ocasiones sentirse resguardado por el follaje, y en otras más sin ninguna limitante.
“¿Cómo podríamos hacer un parque que funcione en estas condiciones, algo que podría convertirse en una guía sobre cómo lidiar con las reglas actuales de distancia física? ¿Cuáles son las lecciones que podemos aprender de esta situación y cómo podemos hacer algo que también pueda funcionar después de superar la crisis? En este punto, decidimos diseñar un parque que permitiera a las personas salir de la casa manteniendo una distancia segura y física entre ellos”, dice el arquitecto Chris Precht.
El espacio verde fue planeado para construirse en un terreno baldío en Viena, pero su sencillez permite ser replicado en cualquier parte del mundo.