Pese a esta baja en la demanda, el presidente de esta firma inmobiliaria, Luis Méndez, considera que se avecina un futuro de oportunidades, dado que las empresas van a requerir más metros de oficinas que rentar, amueblar y equipar.
“La mayoría de los proyectos no están cancelados, sino en pausa. Esto es importante porque cuando las actividades se reactiven, estos proyectos van a continuar. Si bien hay cancelaciones, también la ‘nueva realidad’ requerirá más distanciamiento y eso puede ocasionar que las empresas arrienden o compren más espacio”, considera el directivo.
Si la densidad promedio en el mercado de oficinas es de 10 metros por persona, ahora “se requerirá entre 25 y 50% extra debido al distanciamiento social. A mediano plazo, la demanda de espacios alternativos aumentará”, asegura Diego Cervantes Coste, vicepresidente comercial de Herman Miller México.
Sin embargo, más allá del espacio, “debemos cuestionar el ecosistema, ya que ahí es donde habrá cambios importantes. Hay que recordar que las oficinas son parte de un ecosistema complejo, que incluye organización, mercado, estructura, etcétera”, advierte Juan Carlos Baumgartner, socio fundador del despacho de arquitectura Space.
Vínculo humano
En las oficinas se fomenta un sentido de pertenencia a la organización. Si bien la tecnología permitió mantene la comunicación y trabajo desde casa, estos especialistas aseguran que dista mucho de lo que ocurre en una oficina.
De acuerdo con encuestas semanales que realiza la consultora Gallup, conforme el confinamiento se prolonga, más personas quieren regresar a la oficina. En las últimas semanas el índice de respuestas afirmativas pasó de 30 a 60% de abril a mayo.
Asimismo, estudios de Herman Miller indican que “generar vínculos de amistad al interior de las organizaciones duplica el engagement y disminuye la rotación de personal. La interacción humana es lo que más extraña la gente”, comenta Cervantes Coste.
En vísperas de reactivar por fases las actividades productivas y tras 10 semanas en confinamiento en México, “tomará entre uno y tres meses para que la gente sienta a los espacios de oficinas como propios”, considera Méndez.