El Polyforum ya cuenta con recursos para su rescate pero sigue sin permisos

La Seduvi tendría que emitir una respuesta en la que exprese su acuerdo o no, respecto de las modificaciones planteadas e indicar si pueden proceder a trabajar con el INBAL en lo que haga falta y en las medidas de integración urbana que también deben de ser actualizadas.

Antes de la pandemia se había dado la instrucción de sacar adelante el proyecto en 30 días, con la sana distancia se cerraron las dependencias, y pasaron tres meses, ahora ya están “pero nos dicen que no tienen gente y seguimos esperando, pero mientras el Polyforum se sigue deteriorando”.

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El 20 de julio los familiares del muralista David Alfaro Siqueiros dieron a conocer una carta abierta a las autoridades de la Ciudad de México en la que expresan su preocupación por el Polyforum.

“Este monumento que alberga la obra mural ‘La Marcha de la Humanidad’, y que es el mural más grande del mundo, se está deteriorando a pasos agigantados. Ya se perdieron gran parte de los 3,000 m2 de murales de su techumbre y los murales de los 12 paneles exteriores se encuentran en una situación precaria y de emergencia”, alertaron David Constantino Alfaro Siqueiros y David Constantino Rodríguez Ochoa.

Para conservar el Polyforum donde está, se realizó un proyecto que contempla hacer una plaza pública y una torre esbelta de comercio y oficinas, pegada a colindancia norte con el Sears, cuyos flujos de renta permitirían hacerle frente al “gran gasto de mantenimiento y darle solución de fondo y de largo plazo al Polyforum”, dijo Suárez. Además incluye la creación de dos nuevos museos: el Museo de Sitio de Siqueiros y el Museo del Mecenazgo.

Las modificaciones que realizaron sobre ese proyecto se derivan de la decisión de no escarbar por debajo del Polyforum, como lo planteaba el proyecto original para hacer sótanos de estacionamiento. A fin de “garantizar la seguridad estructural del Polyforum se tomó la decisión de no hacerlo”, y disponer los estacionamientos en una especie de herradura, con un muro Milán.

Para realizar lo anterior también deben modificar la cimentación y estructura del edificio. Además decidieron quitar la parte del hotel en la torre, justo por el tema del estacionamiento.

Esos cambios se ingresaron a la Secretaría de Desarrollo urbano y Vivienda (Seduvi) el 20 de marzo, pero “no nos contestan, no hemos podido hacer nada. Nos preocupa porque el Polyforum se sigue deteriorando”.

Suárez hizo un recuento de los últimos tres años, cuando iniciaron con algunos trabajos en el predio. "Hace tres años nos dieron una autorización parcial del INBA para hacer las demoliciones de los edificios no originales del Polyforum, construidos a su alrededor desde su inauguración como locales comerciales para hacerle frente a gastos de mantenimiento, Sólo esto y las bardas fue lo único que nos permitieron hacer”.

El arquitecto también menciona que han trabajado con la Secretaría de Medio Ambiente el tratamiento del arbolado “pero hasta ahí llegamos”. Y aunque han trabajado con nuevas autoridades de la Ciudad de México, con el INBAL, Seduvi y la Secretaría de Cultura, “todo va muy lento”.

En septiembre de 2017 “teníamos todos los permisos a excepción del INBA, incluso pagamos manifestación de construcción de todo el proyecto”, dijo Suárez y detalló que en el INBAL hicieron un ingreso de documentos el 20 de febrero de este año para la protección de los murales cuando se inicie la obra, con todo lo que ya revisó el Instituto de Ingeniería de la UNAM, que asesora al INBAL y “estamos esperando que nos den autorización”.

El arquitecto también destacó que en cuanto se den las autorizaciones, el proyecto cuenta de inmediato con una inversión de 250 millones de pesos, provenientes de fondos privados, que han sido negociado con inversionistas desde el 2013, “llevamos siete años esperando”.

Los familiares de Siqueiros consideraron que la propuesta de la familia Suárez “es una solución de fondo y a largo plazo” y confirmaron que los fondos privados para el rescate del Polyforum se encuentran depositados en un fideicomiso privado de los socios inversionistas del proyecto desde el 201”, pero para hacerlos disponibles “hace falta que las autoridades de la Ciudad de México liberen los permisos para poder comenzar la restauración”.

Recientemente el techo del Polyforum fue cubierto, por segunda vez, con una membrana plástica, para tratar de mitigar los daños que la lluvia ocasiona, pero esto es “seguir dándole aspirinas al enfermo de cáncer terminal”, expresó Esteban Suárez. El Polyforum sigue cerrado al público, por ende, no genera ingresos para su mantenimiento.