Para hacerlo utilizó tres computadoras y tardó más de una semana en renderizar 10 segundos de video. Sin embargo, la complejidad técnica no lo detuvo y decidió hacer una obra aún más ambiciosa.
“Chichen Itzá me parece importante arquitectónicamente por sus detalles. Por ejemplo, hay experimentos sobre su acústica. Si das un aplauso frente a las escaleras, el sonido rebota como el canto de Quetzal. No creo que sea casualidad, porque los escalones no tienen un grado de 90 grados. Cuenta con mediciones especiales y todos son diferentes”, dice en entrevista con Obras Jorge Macías.
Mientras comenzaba el proyecto aparecieron innovaciones tecnológicas que ayudaron a agregar detalles a la reconstrucción, como texturas en las paredes, adornos en las máscaras y vegetación. Conoció la herramienta Unreal Engine 5, utilizada principalmente para videojuegos, pero que ha migrado a otras disciplinas. Los escenarios de la serie The Mandalorian fueron creados con esta herramienta.
Durante la pandemia, debido a la pausa de actividades, Jorge Macías logró dedicar tiempo al proyecto y concluirlo luego de meses de trabajo, en los cuáles tuvo que reunir toda la información histórica posible y hacer una copia fiel a lo conocido.
Ahora espera no hacer de su reconstrucción digital algo más educativo. Para que las nuevas generaciones, curiosas por conocer la historia de las construcciones históricas en el país, puedan además tener información al respecto.