Estas cláusulas motivaron a la arquitecta Laura Elena Barba, ya que se alineaba con su ideología y la inspiró a mantener el diseño lo más cercano posible a su entorno. Para consolidar su idea buscó en los orígenes de la arquitectura de zonas cálidas para encontrar elementos replicables en Koh y que elevaran la calidad de vida de sus futuros habitantes.
Además, investigaron cuáles son los materiales más usados en la región y cuál es la especialidad de la mano de obra de los trabajadores de la entidad; “en cada lugar del país se construye de una forma diferente y eso hay que usarlo a nuestro favor”, detalló Laura Elena Barba, de Diagrama Arquitectos, en entrevista con Obras.

Algunos de los hallazgos que utilizaron en el proyecto fue la piedra caliza en tono crema común en la zona, y un enjarre que se hace con la resina de un árbol que da como resultado un material del mismo color y que tiene propiedades térmicas.
Respecto a la estructura, el despacho que el desarrollo se sintiera como una casa y no un edificio de departamentos, así que estudiaron las haciendas “que son casas de gran tamaño, e identificamos qué espacios son los que hacen que se sienta especial”, agregó la arquitecta del despacho originario de Guadalajara, Jalisco.

El resultado fueron pasillos lo suficientemente amplios para poder tener convivencia en ellos, arcos que permiten regularizar la temperatura de interiores debido a que no dejan pasar la luz directamente y terrazas exteriores. Además dio pie a la joya del área común del proyecto: “una de las amenidades es hacer una especie de claustro, pero inundado. Es decir, el patio central estará completamente lleno de agua y funcionará como la alberca del proyecto”, describió Laura Elena Barba.
En esta zona hay además una obra de Jorge Méndez Blake, artista conceptual mexicano formado como arquitecto, que le agrega contemporaneidad al entorno. También se incluye un bar, terraza, lobby, fuente escultórica y área de baños.