Una vivienda monumental se levanta entre las montañas de San Pedro Garza García en Nuevo León. Es reconocible por su estructura curva, creada con mamparas que dan la sensación de hermetismo, pero no total, ya que permite ver la iluminación y dinámica del interior.
Así es Casa Ferrum, obra del despacho Miró Rivera Architects, con más de 100 premios por su labor, y que durante la pandemia se unió al paisaje nuevoleonense con un objetivo: ser sorteada.
La construcción es el primer premio del Tradicional Sorteo Tec, del Instituto Tecnológico Monterrey, que se lleva a cabo para reunir fondos y financiar mil becas del Programa Líderes del Mañana.
El proyecto fue construido durante la pandemia con un objetivo: que sus habitantes se sientan inmersos en el paisaje que caracteriza al norte del país, pero al mismo tiempo encuentren un refugio de la vida cotidiana.
Por lo que el arquitecto Juan Miró comenzó el diseño con intimidad. En la planta baja, en la que se encuentra el comedor, la sala, el jardín y la alberca, a pesar de haber techos altos y espacio al aire libre, buscó que el entorno estuviera cubierto para dar la sensación de confort en las áreas familiares de la vivienda.
En el segundo piso, en el que se encuentran las recámaras, está privacidad se dio a través de la división de espacios, por lo que quiso dotar de más amplitud e iluminación para no sacrificar el espacio y entorno de la obra.
Finalmente, en el tercer piso abrió casi por completo el espacio y agregó una terraza, para que hubiera mayor conexión con el paisaje.
Para complementar el espacio, el despacho de interiorismo IAARQ eligió el mobiliario y decoración del espacio, dando un sentido simple y atemporal, pero sin perder de vista el lujo de la región.
