La arquitectura moderna mexicana es una de las más conocidas en el mundo. Las obras, construidas bajo esta corriente, se convirtieron en referentes internacionales, sobretodo durante la década de los 60.
Camino Real de Polanco, obra de Ricardo Legorreta, se renueva
El hotel pasa por un proceso de mejora en el que se invertirán más de 200 millones de pesos.
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Luis Barragán y Ricardo Legorreta fueron dos de los principales exponentes que dejaron un gran legado de construcciones en todo el territorio y, principalmente, en la Ciudad de México. Una de estas edificaciones es el Hotel Camino Real en Polanco, que está por entrar en su sexta fase de renovación.
El inmueble, autoría de Legorreta, fue inaugurado en 1968 y ha pasado por la modernización de sus habitaciones y áreas públicas, y ahora comenzará con la remodelación de su piso ejecutivo, para el que se destinarán 150 millones de pesos, así como 50 millones de pesos más en el desarrollo de una nueva área de restaurantes gourmet.
Una de las primeras mejoras fue el Blue bar, que abrió al público en 2022 y que estuvo a cargo del despacho Legorreta para continuar con el legado del arquitecto. El espacio usa el juego del agua y la luz que, en combinación con el color azul, crean una atmósfera etérea e independiente al resto del hotel. En 2023 se terminó la segunda fase, en la que se incluyó la renovación del Café Tamayo y el resto de áreas del hotel.
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El hotel alberga algo más que huéspedes. En su interior hay obras de arte de autores como Mathias Goeritz -quien también realizó la icónica escultura rosa que da la bienvenida en la entrada del lugar-, Rodolfo Morales, José Luis Covarrubias, Gómez Oropeza, Pedro Freideberg, Pedro Coronel y Rufino Tamayo.
El edificio es, en sí mismo, uno de los más grandes legados arquitectónicos en el país. El uso de la piedra en combinación con madera en exterior e interior, así como los muros corridos de gran altura, le dan al espacio una apariencia monumental.
Los colores, intensos y sólidos característicos del modernismo mexicano, hacen contraste con las paletas suaves de los mármoles colocados en acabados y que ayudan a reflejar la luz que entra por los grandes ventanales del inmueble.
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