Las obras se deberán desarrollar entre el 2020 y 2024 y tendrán un valor de 42,000 millones de dólares. “El programa quiere aumentar el valor invertido en infraestructura a más del 5% al año, y entregar crecimiento económico anual de más de 4% en el futuro”, dijo Dariana Tani, economista de la firma.
Sin embargo, el crecimiento de la industria no está asegurado. Esto debido a los mensajes contradictorios que ha enviado el gobierno federal a los inversionistas, comentó la experta. Por ejemplo, el anuncio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en diciembre del 2019. El organismo informó que busca eliminar contratos de autoabastecimiento que permiten a las compañías generar su propia energía al usar, principalmente, gas natural o luz solar.
“También buscaba eliminar los descuentos en los costos de transmisión para que los generadores de energía utilicen su red, enfureciendo al sector privado y marcando el último golpe al prometedor mercado de energía renovable del país”, declaró la especialista citada por el portal World Cement.
De aprobarse la propuesta, se eliminarían los incentivos de inversión para que el sector privado invierta en proyectos verdes, lo que mermaría el crecimiento económico en el sector de la construcción.
Por lo que la consultora aconseja que el gobierno mexicano respete los contratos y evite dar mensajes confusos sobre las políticas públicas. Además, se deberán tomar medidas más concretas sobre temas de seguridad, estado de derecho y corrupción, para aumentar la confianza de inversionistas.