Asimismo, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores presentó un programa de financiamiento que iniciará en agosto y tomará como respaldo el saldo de la subcuenta de vivienda del trabajador, el cual otorgará hasta 528,000 pesos.
Por otra parte, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) invertirá 6,650 millones de pesos (mdp) en la estrategia emergente de vivienda popular a través del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) 2020, en coordinación con el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), como instancia ejecutora.
El impulso de la gestión o edificación de vivienda por los propios usuarios, sin el apoyo de algún arquitecto o ingeniero, es cuestionado por expertos ante los riesgos que esto representa tanto de índole estructural como legales, social y urbanos, entre otros.
La construcción en manos de familias que carecen de preparación especializada tiene muchas coyunturas, tanto técnicas y como normativas. “Sin el conocimiento de la técnica podrán construir una casa, pero no edificar un hogar con espacios funcionales”, señala Isabel Rosas Martín del Campo, directora de IR Arquitectas Consultoras, quien advierte que no solo es cuestión de cuidar la estética, el objetivo es crear viviendas dignas.
Por su parte, Mónica Adelina Vudoyra, directora responsable de obra en Chiapas, expone que “no debemos dar un paso atrás, en el sismo de 2017 se vio la importancia de los profesionales en la planeación, construcción y reconstrucción de los inmuebles”.
La autoconstrucción, agrega la especialista, no contempla estructuras resistentes, la evolución hacia nuevos materiales ni cambios climáticos.
Estas construcciones pueden tener problemas catastrales, advierte Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com . Esto entorpece las posteriores fases de venta o renta, al tener una vinculación débil en la industria de vivienda.
“Si la autoconstrucción responde exclusivamente al acto de morar, tendremos familias solo sobreviviendo. La injerencia de los arquitectos es fundamental, debe ser un medio de acompañamiento que delinee edificaciones que se transformen en hogares, que den respuesta a espacios vitales y plenos”, enfatiza Rosas Martín del Campo.