La industria de la construcción se ha modernizado cada vez más en busca de ahorrar tiempo, dinero, y hacer más eficientes sus procesos. Una de las herramientas a la que han recurrido para lograrlo son los drones.
Estos dispositivos catalogados como vehículos aéreos no tripulados, son usados en el sector en México desde hace aproximadamente cinco años, tiempo en el que se ha comprobado que su uso mejora el trabajo en campo, principalmente en lo que concierne al levantamiento de terreno.
Su empleo ha sido tan recurrente, que incluso organizaciones contribuyen en la capacitación para uso especializado en la construcción. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) ofrece cursos de fotogrametría y operación con drones.
Además del uso ya mencionado, los dispositivos también pueden servir para la superposición de modelos 3D en terreno, análisis tipográfico, plano fotográfico, seguimiento de obra a distancia, inspección de áreas entre otras.
La Journal of Unmanned Vehicle Systems publicó un estudio en el que se realizó un levantamiento planimétrico de un campo de golf de 105 hectáreas con un dron DJI Inspire 2. Los resultados mostraron que el tiempo para realizar el procedimiento se redujo 50%, ya que tardó 15 días en lugar de 30. También representó un ahorro de 75% en los costos de la operación.
En México algunas de las obras en las que se ha usado este mecanismo son el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (cancelado por la actual administración de gobierno), el Tren Interurbano México-Toluca y el proyecto de Saneamiento del Canal Nacional de la Ciudad de México, por mencionar algunos.
Sin embargo, los drones representan un gasto inicial para la empresa, por lo que es necesario escoger el adecuado que cumpla con las expectativas de la empresa que lo utilizará, y que eficiente las actividades en las que necesita mayor apoyo.
La compañía DJI comparte, a través de un comunicado, recomendaciones para elegir el dron correcto:
