Al final del primer semestre del 2020, según el avance de obra pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se cubrió 46.2% del presupuesto modificado con base en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020. Campeche y Tabasco son los estados con mayor recursos destinados a este tipo de obras, debido a la infraestructura para energía basada en hidrocarburos.
Sin embargo, son Nuevo León, Nayarit y Michoacán los que presentan mayor avance, con cifras superiores a 60%, y al final se encuentra Quintana Roo con sólo 20%; “estas cifras apuntan a que no ha habido un retraso significativo en el presupuesto que se pueda asociar a la menor actividad. No obstante, el presupuesto aprobado ya representaba una inversión menor”, dice el reporte de BBVA.
“(La falta de un plan de infraestructura) Revela la falta de rumbo y, por lo tanto, baja expectativa de recuperación. Sin planificación e inversión que la dirija, el bajo costo del financiamiento no constituirá un aliciente para para la reactivación y la certidumbre que se requiere para que el sector privado forme parte de la palanca de crecimiento”, dicta el documento.
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El estudio estima que en 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción caerá 19.2% en términos anuales, y en 2021 se mantendrá en cifras negativas con una tasa de -7.3%. La industria podría comenzar a recuperarse en 2021 y consolidar un crecimiento moderado en 2022, dependiendo de que se consoliden las inversiones derivadas del T-Mec.
