La idea se originó al observar que este material tiene la capacidad de absorber y almacenar energía solar, por lo que es usado en construcciones en zonas frías en donde se quiere regular la temperatura en el interior.
El experimento funciona con ladrillos normales o reciclados, dijo Juio D’Arcy, profesor asistente de Química en la universidad, y especificó que el estudio realizado fue elaborado con ladrillos de Home Depot con un costo de 65 centavos cada uno.
“En este trabajo hemos desarrollado un recubrimiento de polímero conductor PEDOT, que está compuesto por nanofibras que penetran la red porosa interna de un ladrillo; in recubrimiento de polímero permanece atrapado en el ladrillo y sirve como una esponja de iones que almacena y conduce la electricidad”, agregó el investigador.
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Descubrieron que el óxido de hierro, visible en el color rojo de los ladrillos, es esencial para desencadenar la polimerización, y si se trata químicamente se vuelve reactivo y funciona para almacenar energía.
Hasta el momento su uso puede ayudar a encender luces de emergencia en un pasillo o sensores incrustados en los muros, pero se trabaja para aumentar su capacidad de almacenamiento.