Cemex, por ejemplo, se ha comprometido a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en 40% para el año 2030, a través de la fabricación de concreto (para el que se requiere cemento) más amigable con el ambiente y el uso de energías renovables para sus plantas, tecnología de captura de carbono y combustibles alternativos en los hornos.
Como una de las soluciones, la compañía comenzó a comercializar Vertua, una línea de concreto elaborada con productos con menos emisiones; “pero cuesta hasta un 50% más (...), el cemento se vende muy bien, después de todo, porque es relativamente. El crecimiento del sector también depende de la demanda de los países en desarrollo, donde los constructores no pueden permitirse materiales más costosos”, dijo EFE.
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Otro de los obstáculos es la disponibilidad de la tecnología para elaborarlos, ya que hasta el momento es escasa. Respecto a los componentes utilizados, gobiernos, como el de Estados Unidos, no permiten muchos ingredientes alternativos.
En México, los impedimentos se encuentran en la regulación de los residuos y el sector energético; “En México se separa el vidrio y el plástico para reciclaje porque son un mercado importante, pero el resto de la basura se va a rellenar un hueco y eso podría valorizarse como combustible o materia prima alternativa”, dijo Vicente Saisó, director corporativo de Sustentabilidad de Cemex, en entrevista con Obras y Expansión en marzo de este año.
El directivo agregó que continúan apostando por energías renovables “a pesar de las dificultades que hay por una visión diferente que existe, pero creo que ese pensamiento es temporal y en el largo plazo creemos que se va a poder seguir adelante porque México tiene recursos envidiables. Nuestra soberanía energética debería estar basada en viento y sol”, agregó.
Holcim, otra de las grandes cementeras del mundo, también tiene este problema. En entrevista con Obras y Expansión, Jaime Hill, CEO de la compañía, dijo que uno de los retos a los que se enfrentan es el costo de la energía, que se elevó durante el último año.
Este elemento no sólo repercute de manera negativa en los planes de sustentabilidad, también en el costo del material al consumidor. Para marzo de este año, el incremento anual, los insumos de construcción acumularon un 10% de crecimiento.
“Buscamos tener un poco más de estabilidad en los precios, porque podemos proveer un producto con costo más razonable, además nos permite tener más certidumbre e invertir en proyectos. Nosotros queremos hacer una mayir inversión en plantas de energía solar, parques eólicos, pero requerimos que esté”, puntualizó Eliseo Robles, director de Operaciones de la empresa.