El reciente apagón en México, causado por una sobrecarga de dispositivos debido a las altas temperaturas, entre otras razones, ha mostrado una necesidad : construir edificios energéticamente eficientes no es solo una tendencia, sino una urgencia.
Construcción de edificios eficientes: de una moda a una necesidad urgente
Este evento mostró que la infraestructura en el país debe adaptarse a los desafíos del cambio climático y a la creciente demanda energética. “A medida que la red eléctrica opera al margen, sin mucho espacio para grandes picos o apagones causados por equipos dañados o sobrecalentados, es importante evaluar si estas redes están diseñadas para soportar la demanda con temperaturas más altas y constantes”, dice Brad Johnson, director de Gestión de Soluciones de Energía de Bentley Systems.
Pero esta eficiencia energética no solo depende de los electrodomésticos que se usan, sino también de cómo se diseña y opera la red que suministra esa energía. “Es fundamental que estas redes sean evaluadas y diseñadas para soportar la demanda con las altas temperaturas que ocurren más frecuentemente", añade Johnson.
Esta nueva forma en la que se demanda energía viene de la mano del fenómeno del cambio climático, lo que a su vez también transformará la manera en la que se diseñan, construyen y operan los edificios, así como las ciudades que componen. En México, esta es una realidad que ya comienza a permear.
“Estamos viendo ciudades donde los proyectos no necesitaban ni aire acondicionado ni calefacción, como Ciudad de México. Ahora, estos proyectos nuevos ya incluyen sistemas de climatización. En ciudades como Monterrey, el calor es aún más extremo”, comenta Pedro Valdés, director general de la consultora en construcción ESCALA. Esto destaca la importancia de contar con una infraestructura energética capaz de soportar estas nuevas condiciones.
En los últimos 15 años, ha habido un avance significativo en la construcción de edificios con certificaciones LEED o EDGE, que promueven la eficiencia en el consumo de energía, agua, iluminación y calidad del aire. Al inicio la construcción de este tipo de proyectos comenzó como un diferenciador personal de las empresas a cargo, para dar “status”, dice el especialista, pero poco a poco se han convertido en una necesidad para aminorar el gasto energético y disminuir el impacto al medioambiente.
Sucedió así, en primer lugar, por la llegada de cada vez más empresas internacionales a México que requerían que los lugares de operaciones tuvieran ciertos estándares ecológicos y, después, por los demostrados beneficios al entorno.
Un estudio de la Universidad de Berkeley encontró que los edificios certificados consumen un 25% menos de energía y un 11% menos de agua que los edificios tradicionales, y emiten un 34% menos de emisiones, lo que contribuye a la reducción de la huella de carbono de las ciudades.
Su mayor adopción ha traído también el abaratamiento de las tecnologías. Valdés señala que estos edificios, que antes costaban un 15% más, ahora presentan un sobrecosto de entre el 2.5% y el 7%. "La implementación de principios de eficiencia energética se ha expandido a diversos sectores, incluyendo oficinas, turismo, proyectos industriales y residenciales", comenta.
Esto ha ayudado a que también se mejoren edificios antiguos. Valdés destaca la importancia de mejorar la eficiencia de este tipo de inmuebles, participando en proyectos de reconversión en zonas como la Colonia Roma y la Condesa. Estos cambios incluyen cambiar ventanas y cancelerías, mejorar el aislamiento térmico en azoteas y actualizar sistemas de aire acondicionado y luminarias a opciones más eficientes. "Estas mejoras pueden reducir significativamente el consumo de energía, incluso en edificios construidos hace décadas", explica Valdés.
La adopción de estas tecnologías no solo depende de las empresas privadas, también del apoyo gubernamental. En muchos casos, las empresas de servicios públicos gestionadas por el gobierno están bien posicionadas para adoptar rápidamente nuevas tecnologías debido a su proximidad entre la regulación y la operación. "Es alentador ver que nuestros líderes en el sector energético, ya sean del gobierno, empresas de servicios públicos o firmas de ingeniería, están mostrando un interés renovado en adoptar tecnología para resolver estos problemas de manera segura", concluye Johnson.
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El experto ejemplifica con las herramientas tecnológicas de Bentley Systems. "Tenemos soluciones para comunidades que usan energía térmica y la distribuyen a lo largo de la comunidad. En entornos urbanos, nuestras tecnologías para el diseño, como Open Utilities, MicroStation, ProjectWise y AssetWise, ayudan a los operadores a obtener más de la infraestructura existente y a renovarla para satisfacer la nueva demanda", señala Johnson.
A futuro, la adopción tipo de tecnologías aumentará, considera el experto, ya que las nuevas generaciones buscan viviendas y oficinas que sean energéticamente eficientes. "Es una tendencia que no se va a detener, y la exigencia será mayor en los próximos años", coincide Valdés.
La clave para un futuro más verde radica en la planificación y en la inversión en tecnologías y materiales eficientes desde el inicio de cada proyecto. Invertir en la eficiencia energética no solo es crucial para enfrentar los desafíos climáticos actuales, también es esencial para garantizar un futuro más seguro y sostenible para todos.