México es un país con gran actividad sísmica, por lo que el riesgo de que un temblor provoque daños siempre está presente. Sismos como los de 1985 y 2017 son solo unos que han dejado claro que la infraestructura urbana puede ser frágil, y expertos de la UNAM han compartido una guía para saberlo.
¿Tu edificio puede resistir a otro temblor? UNAM comparte cómo saberlo

(Tanut Nitkumhan/Getty Images)
Señales de que tu casa sufrió daños severos tras un sismo
El Instituto de Ingeniería de la UNAM, junto con el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) y otras instituciones, compartieron los siguientes aspectos a observar de un inmueble después de un temblor.
Si bien, estas guías están enfocadas a centros educativos, también son útiles para viviendas, oficinas y comercios.
Lo que se debe observar tras un sismo son:
Grietas diagonales en muros: Estas son las más peligrosas, más cuando se trata de muros de carga. Este tipo de grieta indica que las estructuras absorbieron los movimientos de torsión o fuerza lateral. En caso de que lleguen a esquinas, bordes de ventanas o puertas, puede indicar un daño severo en la casa.
Separación entre elementos estructurales: Si después de un temblor notas que los muros ya no se unen con techos, columnas o estructuras, o encuentras espacios que no había antes, es muy posible que el inmueble haya perdido su integridad estructural.
Otra señal de esto es ver desprendimientos entre muros y escaleras. Estas situaciones son de alto riesgo.
Columnas inclinadas o agrietadas: Al ser los pilares de cualquier edificio o estructura, si tiene grietas verticales o desprendimientos de recubrimiento, podrá estar a borde del colapso. En esta situación, es vital evacuar y reportar a Protección Civil.
Escaleras fracturadas o separadas: Una escalera que se ha desplazado, agrietado o separado de una estructura significa que el edificio sufrió deformaciones importantes, y puede indicar movimientos graves en los entrepisos.
Deformaciones en marcos, puertas o ventanas: Si al terminar el sismo, notas que el marco se deformó, aunque parezca menor, podría ser señal de movimientos internos en el esqueleto del edificio.
Fisuras en techos, plafones y losas: Las grietas en los techos que presentan ondulaciones o crujidos al caminar son motivo de revisión. Según la UNAM, se recomienda prestar atención a las losas de entrepiso, ya que son críticas en la estabilidad del edificio.
Daños en elementos no estructurales: Vidrios, plafones o ductos que se hayan deformado presentan un riesgo importante para las personas habitantes del inmueble, aunque no afectan directamente la estructura.
¿Quién está autorizado a revisar un inmueble dañado?
Solo personas especializadas deben ingresar a un edificio dañado, como ingenieros estructuristas capacitados en evaluación postsísmica.
La UNAM explica que las evaluaciones se realizan en tres niveles:
Evaluación Rápida (MER): horas después del sismo. Clasifica si puede seguir usándose.
Evaluación Intermedia (MEI): días después. Evalúa si se puede reparar o no.
Evaluación Profunda (MEP): incluye análisis estructurales y pruebas de materiales.
Cada uno tiene protocolos, pero se comienza con observar el exterior e interior del inmueble sin poner en riesgo la vida.
¿Qué se puede hacer ante daños estructurales?
En caso de notar las señales descritas, se deben considerar las siguientes acciones:
- No tocar las estructuras dañadas ni retirar los escombros;
- Documentar con fotos lo que se observe, son exponerse a riesgos;
- Evacuar el inmueble;
- Reportar a las autoridades locales (Protección Civil, delegación)
Es importante que las personas participen en los simulacros y capacitaciones de protección civil para saber actuar ante situaciones de emergencia, como los sismos.