En el contexto actual, este tipo de organizaciones urbanísticas ayudarían a tener menos propagación del coronavirus, ya que las personas no tendrían que ocupar el transporte público, uno de los focos de infección debido a la cantidad de personas que lo utilizan todos los días, dijo el Dr. Juan Manuel Ahuactzin Larios, experto en Sistemas Informáticos, durante el panel La importancia de la planeación urbana y arquitectónica en tiempos de pandemia: efectos y tendencias desde un enfoque económico, de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
La configuración ayudaría a aumentar la calidad de vida de las sociedades, además de una mejora del medio ambiente; “la emergencia sanitaria y económica debido a la pandemia no se debe tratar con medidas paliativas, sino con apuestas a largo plazo”, agregó Edgar Alejandro Cibrían, presidente de la AMIC.
“Esas son acciones muy simples que si se aplican repercutirán en elevar, primero, la economía en general, y, en segundo, el ingreso de la clase media en un 17% y de la clase pobre hasta en un 31%”, abundó.
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Si a estas ciudades se les agrega el uso de la tecnología en el trabajo para crear sistemas de automatización, se harían aún más resistentes a las contingencias sanitarias. “Mientras no exista una vacuna, la mejor manera de mantenernos seguros es estando en casa; sin embargo, para que esto sea sostenible es necesario el desarrollo de herramientas tecnológicas como la creación de sistemas de supervisión remoto que nos permitan monitorear y ejecutar nuestras actividades de una manera segura y confiable”, dijo Beatriz Adriana Magaña, experta en Ingeniería Electrónica y Automatización.
