En 2020 en la Ciudad de México se instalaron dos ciclovías emergentes para fomentar la movilidad alternativa no motorizada , debido a que durante la pandemia de coronavirus, las aglomeraciones —como las que suelen darse en el transporte público— eran un factor de riesgo en el contagio de la enfermedad. Además, de que vehículos como la bicicleta no contribuyen al daño del medio ambiente.
La respuesta fue positiva. El uso del carril implementado en avenida Insurgentes, por ejemplo, tuvo un crecimiento de 250% en su aforo, durante las horas pico entre abril y agosto, indican datos de la Secretaría de Movilidad.