Una de las prioridades de la actual administración de gobierno es detonar el desarrollo económico del sureste de México, que ha estado rezagado en comparación con el resto del país. Por lo que emprendió megaproyectos como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Sin embargo, aunque estas obras son prioridad para el gobierno federal, es necesario que cuenten con obras perpendiculares que ayuden a que el impacto de los proyectos sea positivo, así que la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), en alianza con nueve gobiernos estatales, presentó la Agenda estratégica sur-sureste, en la que se propone la construcción de 36 obras que en total representan una inversión de 70,000 millones de pesos.