Sin embargo, Juan Emanuel González Castelán, director de Gestión Institucional en Fonatur-Tren Maya, considera que estos elementos no son representativos.
“Yo respondo que usamos el derecho de vía existente, de carreteras que ya estaban. Y en lugares como Tabasco en donde se ven zonas verdes, son potreros. Esa selva se la llevaron hace mucho tiempo porque cambiaron la vocación de trabajo hacia la ganadería hace sesenta años y ahí hubo un talado muy fuerte”, comentó durante el #ExpansiónLive: Tren Maya: ¿Ocurrencia o genialidad?.
Por lo que cree que el impacto al medioambiente, además de ser mitigado, no es tan grande como parece.
Respecto al daño a comunidades indígenas, dijo que se ha emprendido una consulta que además de escuchar a las personas, las ha involucrado en el proyecto con peticiones y resolución de problemas. Y agregó que las organizaciones que han presentado las demandas son financiadas por la oposición, aunque no dio detalles.
No obstante, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en sus últimas observaciones al proyecto, señaló que no se han dado detalles sobre esta estrategia de acercamiento a las personas que residen en la zona por lo que puede ser insuficiente. Y los problemas derivados de inconformidades pueden poner en riesgo la rentabilidad del proyecto.
Empezó la carrera por los premios Óscar