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La SICT redefine su papel y suma nuevas funciones en infraestructura

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes incrementará sus esfuerzos por mejorar las carreteras mexicanas, con una inversión sexenal de 369,814 millones de pesos.
lun 12 mayo 2025 04:42 PM
La SICT tiene nuevas funciones: está a cargo de carreteras y también de escuelas y hospitales
La dependencia ahora será responsable de construir obra pública.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), una de las principales para el Estado, atraviesa por una transformación que va desde sus metas hasta sus funciones.

Cuando presentó su primer gran corte de caja presupuestal, en enero de 2025, la cifra era contundente: más de 46,000 millones de pesos asignados para infraestructura carretera durante el año. La suma incluía inversión en tramos prioritarios, mantenimiento, caminos rurales y estudios técnicos. Pero en los meses siguientes, el número cambió. No una, sino varias veces.

Lo que comenzó como una cifra clara se transformó conforme avanzaba el calendario. Para mayo, el mismo gobierno ya hablaba de 56,549 millones de pesos en gasto público para el mismo rubro y periodo, luego de que se aprobara el Presupuesto de Egresos de la Federación. Y con ello, no solo creció el presupuesto, también lo hizo el papel de la SICT.

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En menos de cinco meses, la dependencia encabezada por Jesús Antonio Esteva Medina pasó de ejecutar proyectos carreteros a sumar responsabilidades en salud, educación, espacio público y reciclaje urbano.

A la par, entregó el desarrollo ferroviario a la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), a cargo de Andrés Lajous, que absorbió las funciones de construcción, concesiones y operación de los nuevos trenes de pasajeros. Así, mientras se replegó en un frente, se expandió en varios más.

La administración federal anticipó los cambios, pero no había dejado tan claro que implicarían una reconfiguración interna de atribuciones, una serie de anuncios escalonados sobre el mismo presupuesto y una ampliación de facultades que llevan a la SICT más allá del transporte.

Una inversión que se duplicó en meses

En enero, el secretario Esteva presentó ante la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo el Programa Nacional de Infraestructura Carretera 2025–2030, con un presupuesto total de 173,000 millones de pesos. Ese número fue retomado en conferencias, comunicados y fichas técnicas. Para ese momento, representaba la proyección sexenal más sólida y detallada.

Sin embargo, el 7 de mayo, en un nuevo evento oficial, la cifra cambió. La inversión pública estimada para el mismo periodo se actualizó a 369,814 millones de pesos, de acuerdo con un comunicado de la SICT.

La diferencia, de casi 200,000 millones, no se explicó como una ampliación ni como una modificación presupuestal. Tampoco se aclaró si el monto duplicado reemplazaba al anterior o lo complementaba.

La nueva cifra incluyó los mismos conceptos: obras de continuidad, ejes prioritarios, caminos artesanales, puentes y conservación. El detalle operativo también se mantuvo.

Para este año, por ejemplo, se contempla la construcción de 2,220 kilómetros en diez corredores carreteros, con una inversión de 112,773 millones de pesos. También se prevén terminar 904 kilómetros en Oaxaca y Guerrero, bajo el Plan Lázaro Cárdenas del Río, con 5,986 millones, y reconstruir 68 puentes en Guerrero con 1,880 millones más.

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Conservación con cifras múltiples

El presupuesto destinado a conservación carretera fue uno de los rubros con más versiones. En febrero, el subsecretario Juan Carlos Fuentes Orrala declaró que se destinarían 15,639 millones de pesos a este propósito, divididos entre conservación rutinaria, periódica y otras acciones.

Poco después, un comunicado específico habló de 10,000 millones de pesos para 574 obras en proceso, con 149 licitaciones activas.

Ya en mayo, un nuevo anuncio incluyó una inversión conjunta entre SICT y Capufe (Caminos y Puentes Federales) por 34,438 millones de pesos. La meta era atender 48,653 kilómetros de conservación rutinaria y 9,472 kilómetros de conservación periódica.

Además del presupuesto, la estrategia se fortaleció con equipamiento. En marzo, la Secretaría informó la compra de 20 trenes de repavimentación, con un costo de 850 millones de pesos, como parte del Programa Bachetón.

“Se estarán comprando máquinas para extraer la base, la subbase, las capas inferiores, mezclarlas con la capa superior y estabilizar”, explicó Esteva Medina en conferencia de prensa matutina.

Del tren a la escuela

Mientras el presupuesto carretero se multiplicaba, la SICT también modificaba su estructura operativa. Uno de los movimientos más relevantes fue la delegación total de funciones ferroviarias a la ARTF, organismo que depende de la Secretaría, pero que trabaja casi de manera independiente.

El 28 de enero, mediante acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación se formalizó la transferencia de las responsabilidades que antes estaban en manos de la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal.

“La presente administración tiene como objetivo desarrollar infraestructura ferroviaria nacional para potenciar el transporte de pasajeros y carga mediante la integración de una red con enfoque intermodal”, señaló el comunicado.

A partir de ese momento, la ARTF quedó a cargo de la planeación, ejecución, supervisión y licitación de todas las obras ferroviarias federales. También absorbió el personal, los recursos y las tareas administrativas relacionadas.

En paralelo, la SICT asumió nuevas funciones. En mayo, firmó un convenio de colaboración con el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) para participar en la construcción de hospitales, unidades médicas y centros de educación y cuidado infantil.

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Aunque la edificación de las unidades seguirá a cargo del IMSS, la Secretaría será responsable de la infraestructura urbana complementaria, como vialidades, accesos y conectividad.

“El diseño arquitectónico se alinea con una visión de justicia social, sustentabilidad y consumo de menor energía”, explicó Jesús Esteva durante la presentación del convenio.

La colaboración forma parte de un proyecto mayor llamado Ciudad Salud, que integrará unidades hospitalarias con servicios urbanos funcionales.

El aula y la basura

En marzo, la SICT también se incorporó al plan nacional de infraestructura educativa, en colaboración con la Secretaría de Educación Pública.

El programa contempla 2,554.5 millones de pesos para reconvertir secundarias en preparatorias, construir nuevos planteles y ampliar centros existentes. Las obras están previstas en al menos 20 estados y se desarrollarán en tres etapas: 2025, 2027 y 2029.

Una semana después, la Secretaría sumó nuevas atribuciones legales mediante otro acuerdo publicado en el Diario Oficial.

A partir del 8 de mayo, la Subsecretaría de Comunicaciones y Transportes podrá diseñar y ejecutar proyectos de infraestructura urbana, transporte público y sistemas de reciclaje y residuos sólidos. También tendrá la facultad de coordinarse con la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y los tres niveles de gobierno.

“El objetivo central es robustecer la capacidad operativa de la Secretaría para impulsar proyectos transformadores de los espacios públicos”, establece el texto. Con ello, la SICT incorpora a su cartera estaciones de transferencia, plantas de composta, centros de reciclaje y corredores de movilidad urbana.

En pocos meses, la SICT recibió nuevas responsabilidades, montos mayores y una narrativa institucional más amplia. Aunque conserva su vocación de infraestructura carretera, ya no se limita a la movilidad entre ciudades.

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