La lluvia del 2 de junio causó inundaciones en vías como Viaducto por el desbordamiento de Río de la Piedad. (Foto: Cuartoscuro)
Redacción Obras
La tormenta registrada el 2 de junio en el Valle de México puso a prueba la infraestructura hidráulica del Estado de México y Ciudad de México.
Como parte de su agenda de gobierno y previo a esta temporada de lluvias, los dos gobiernos desplegaron operativos para mitigar su impacto. Sin embargo, las precipitaciones se adelantaron.
El resultado fueron avenidas principales inundadas, tráfico colapsado y viviendas afectadas debido a deficiencias en los sistemas de desagüe de ambas entidades, a pesar de los esfuerzos de inversión y anuncios recientes de iniciativas para prevenir estos escenarios.
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Plan de emergencia en Ciudad de México
El 30 de mayo el gobierno de la Ciudad de México puso en marcha el “Plan Tlaloque”, una estrategia de atención interinstitucional ante emergencias por lluvias.
Contempla una inversión de 1,570 millones de pesos este año: 570 millones se destinarán a sustituir redes de drenaje, y los otros 1,000 millones a la adquisición de 40 camiones hidroneumáticos, herramientas y equipamiento adicional.
La estrategia se apoya en la participación de 6,000 elementos operativos, 516 maquinarias y 74 centros de coordinación en toda la ciudad. Además, operan las brigadas Ehécatl, conformadas por 1,000 técnicos y más de 180 unidades especializadas.
Se diseñó también un mapa de puntos críticos, donde se pondrá especial atención en alcaldías con mayores reportes de encharcamientos como Iztapalapa, Tláhuac, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
Mario Esparza, titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), afirmó que “el protocolo nos ayuda a hacer frente a lluvias cada vez más atípicas, intensas y en zonas inesperadas”.
La ciudad cuenta también con un radar meteorológico, guardias de monitoreo las 24 horas y un sistema de alerta temprana con avisos hasta con seis horas de anticipación.
En paralelo al plan de contingencia, el gobierno capitalino anunció una inversión adicional de 1,500 millones de pesos para infraestructura hídrica, enfocada principalmente en aumentar el abasto de agua y mejorar la red hidráulica.
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Entre las obras destacadas está la ampliación de la planta de tratamiento “La Caldera”, que incrementará su capacidad de 1,200 a 4,000 litros por segundo.
A esto se suma la adquisición de 300 pipas y camiones de desazolve para reforzar la atención durante la temporada de lluvias.
“Esta infraestructura no se compra de un día para otro, así que durante el transcurso del año nos va a llegar toda la infraestructura de la ciudad”, dijo Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México.
No obstante, a menos de tres días del anuncio, la lluvia causó fenómenos como el desbordamiento sobre Río de la Piedad lo que dejó autos bajo la lluvia durante horas, con maniobras de rescate que se extendieron hasta el 3 de junio.
También hubo cierres en calzada Zaragoza, Gran Canal, Circuito Interior y Eje 1 Norte, entre otras.
Tras las afectaciones, este 3 de junio Clara Brugada dijo, en conferencia de prensa, que el Plan Tlalolque había dado resultados. Las lluvias anteriores similares registraron más de 200 puntos de encharcamiento, mientras esta vez apenas se superaron los 70, declaró.
Las labores de rescate continuaron hasta el día siguiente, el 3 de junio.(Foto: Cuartoscuro)
Más recursos, mismos desafíos
El presupuesto aprobado para el ejercicio fiscal 2025 asigna 15,000 millones de pesos al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (ahora Segiagua), de los cuales más de 4,471 millones se dirigen específicamente al drenaje, alcantarillado y saneamiento.
Aunque el financiamiento está definido, los avances son parciales. En el primer trimestre del año, la dependencia ejerció 2,604 millones de pesos, lo que representa un avance del 17.4% respecto al presupuesto aprobado para 2025.
No obstante, esta cifra refleja una disminución real del 4.1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Mientras tanto, en el Estado de México, las inundaciones del verano pasado en Chalco motivaron el anuncio de dos proyectos enfocados en la regulación hidráulica: el Lago Tláhuac-Xico, en Valle de Chalco, y la Laguna de Zumpango.
La gobernadora Delfina Gómez aseguró que estas obras ayudarán a evitar nuevas inundaciones y mejorar la calidad del agua.
“Ya se cuenta con el proyecto ejecutivo del Lago Tláhuac-Xico (...), que incrementará la oferta de agua potable en beneficio de más de medio millón de personas”, dijo la mandataria durante su Primer Informe de Gobierno.
También se comprometió a rehabilitar pozos, sustituir tuberías e instalar sistemas de captación de lluvia en escuelas de la región.
El presupuesto del Estado de México para 2025 incluye 3,231 millones de pesos para manejo eficiente y sustentable del agua y más de 1,014 millones para drenaje y alcantarillado.
Además, se proyecta una inversión pública total de más de 17,000 millones de pesos, parte de la cual se orientará a infraestructura hidráulica.
No obstante, entre mayo y junio el Estado de México registró inundaciones, de manera particular en Chalco, lo que obligó a pobladores a usar lanchas para trasladarse.
El año pasado las lluvias ocasionaron que vecinos de Chalco estuvieran bajo el agua durante semanas.(Fuente: Rogelio Morales/Cuartoscuro)
Vecinos de Jacalones II en el municipio se organizaron para tener contacto más directo con las autoridades ya que, aunque consideran que sí han tenido ayuda del gobierno para evitar que el agua se meta a sus viviendas, consideran que la estrategia se tardó en implementar, por lo que siguen padeciendo por los altos niveles del agua.
Una de las prioridades del gobierno del Estado de México es evitar que se repitan las inundaciones de Chalco. (Foto. Rogelio Morales/Cuartoscuro)
Tareas nacionales
Mientras se atraviesa por la etapa de lluvias, el Acuerdo Nacional por el Agua 2024-2030 continúa.
En diciembre de 2024, Jesús Heriberto Montes Ortíz explicó al Colegio de Ingenieros Civiles de México que se contempla un programa de infraestructura hidráulica para mejorar la infraestructura existente y cubrir las necesidades en materia de agua potable y saneamiento.
“Para ello, se ha analizado la situación actual de la infraestructura hidráulica por cada municipio para llevar a cabo acciones para mejorarla e identificar la que se requiere para hacer más eficiente el uso del agua y garantizar el abasto a la población. También se consideran algunos casos de protección civil, por el tema de las inundaciones”, comunicaron.