En época de lluvias
Para que en un inmueble el agua fluya libremente, hay que mantener las bajadas pluviales libres de obstrucciones de tierra u hojas y que las fachadas siempre estén bien pintadas, ya que así estarán protegidas de la humedad, asegura Tania Díaz, arquitecta y directora general de la Asociación Mexicana de Especialistas en Remodelación y Mejoras (Amermac), quien resalta la importancia de aplicar un buen impermeabilizante y darle mantenimiento cada año.
A materiales aparentes (recubrimientos que se usan para simular cierto tipo de acabados y permiten ahorrar dinero) se les pueden aplicar dos capas de sellador (mate o brillante) para evitar humedades o desprendimientos que puedan originarse por la lluvia, sugiere la especialista.
En los desarrollos verticales el escurrimiento en muros es mayor por lo que los inquilinos deben proteger las fachadas de forma continua.
Por su parte, Leonardo González, analista de Real Estate en Propiedades.com, refiere que los usuarios de una vivienda habitual deben considerar la opción de mantener o repararla periódicamente para mejorar su calidad y valor a través del tiempo. Para ello, “sus presupuestos deben considerar entre 3 y 5% anual del valor del inmueble para servicios de mantenimiento y reparaciones”.
Al vender una propiedad en mejor estado su plusvalía es mayor durante su vida útil. Por lo que durante el proceso de una transacción de alquiler o compra-venta minimiza el riesgo de “vicios ocultos”, que baja el precio o renta de cierre.
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En época de lluvia resulta útil el uso de simuladores virtuales para evaluar la resistencia de los inmuebles, refiere González. Con esta tecnología se pueden analizar las potenciales problemáticas a ocurrir en una propiedad y prevenir incidentes o daños mayores.