Cuando rentar no significa tirar el dinero, sino capitalizarse
Contrario a lo que se cree, pagar el alquiler de una vivienda permite realizar una estrategia para invertir en un inmueble con mejores rendimientos a futuro. Aquí te decimos cómo.
Dicen los expertos que hay que poner el dinero a trabajar. Este consejo lo ha seguido Yunuen Alejandra Ramírez Ibarra, quien, aunque tenía ahorros para dar el enganche de un departamento, desde hace ocho años comenzó a rentar un departamento en la colonia Condesa junto con dos amigos.
En lugar de pagar un crédito hipotecario para una vivienda en la zona periférica de la Ciudad de México, Yunuen abona dinero de manera mensual a un fondo de inversión con la finalidad de incrementar su capital y a futuro adquirir un inmueble de mayor precio al que podría acceder ahora.
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La ejecutiva de 32 años planea sus inversiones inmobiliarias con miras a obtener más plusvalía y, por lo tanto, rendimientos para su retiro. “Debemos trazar una línea del tiempo, sobre todo para los proyectos de vida como la pensión laboral”, asegura.
De acuerdo con la OCDE, en México la pensión de retiro cubre solo 28% del último sueldo percibido.
En este sentido, está surgiendo un nuevo paradigma en torno a la adquisición de vivienda, asegura Mauricio Barrera, CEO de Hamoc, quien indica que el cambio central consiste en pasar de lugarteniente (propietario de una casa o departamento) a terrateniente (propietario o copropietario en varios bienes raíces).
“Las nuevas generaciones están siendo adversas a anclarse a un solo lugar, lo cual les resulta favorable para construir un patrimonio más planeado. Además, están informadas en torno a los beneficios de rentar versus comprar”, considera Barrera.
De acuerdo con el directivo, mientras que el primero compra donde vive, se mantiene muchos años en el mismo lugar y destina su inversión a un mismo inmueble (que a veces no es la mejor decisión), el segundo vive en donde le gusta y el tiempo que quiere, adquiere un endeudamiento o plan de inversión escalonado, puede ser dueño en varias propiedades y obtiene mayores rendimientos a largo plazo.
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Análisis comparativo
El impacto principal de esta decisión tiene que ver con la calidad de vida. Por ejemplo, en la ruta típica, una pareja joven que recurra a financiamiento en los primeros años de relación, tendrá acceso a un monto bajo que quizás la limite a adquirir la vivienda de sus sueños; más adelante, con la llegada de hijos, podría tener la necesidad de una habitación extra, lo cual provocaría que la segunda vivienda sea en una zona periférica, en donde se quedarán a vivir por muchos años.
En cambio, en un esquema alternativo, la pareja podría pasar 12 años rentando y ahorrando para aumentar tanto su línea de crédito como la posibilidad de adquirir una vivienda en una zona de alta rentabilidad y con más amenidades o servicios. De acuerdo con un análisis de Retna, firma de ingeniería inmobiliaria, en ambos escenarios transcurre el mismo lapso, pero en el segundo aumenta la calidad de vida, disminuyen los costos y el valor del inmueble adquirido es mayor.
Para un crédito hipotecario es necesario pagar entre 20 y 30% de enganche, además de cubrir gastos adicionales como escrituración, notariales, impuestos y mantenimiento.
En promedio, cada crédito ejercido de manera prematura cuesta 520,000 pesos, calcula Barrera.
Sin embargo, en el largo plazo “la compra gana a la renta. Alguien que adquiere un inmueble que aumenta su plusvalía 2% anual en tasa real, en 15 años obtuvo mejores rendimientos que en el modelo de renta”, acota el especialista.
De esta manera, la premisa es que la renta sea un trampolín para potencializar la inversión.
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5 recomendaciones básicas
Entender los costos de una compra-venta y compararlos contra los de la renta.
Antes de invertir, analizar si es el inmueble donde se quiere vivir. Adquirir un crédito hipotecario puede anclar a un lugar o deuda por muchos años.
Investigar y comparar diversas alternativas para invertir en un bien inmueble en conjunto con otras personas. Existen diversos instrumentos como Únamos Crédito de Infonavit o fideicomisos de bienes inmuebles.
Planear inversiones de manera escalonada, de acuerdo con ingreso y posibilidad de endeudamiento.
Realizar una estrategia de inversión de inmuebles con potencial aumento de plusvalía y condiciones atractivas para el mercado en renta.